Ejercicio de nuestro espíritu, El, por Witness Lee

EL ALMA, AL ESTAR BAJO LA INFLUENCIA DE LA CARNE, FUE DAÑADA CONVIRTIÉNDOSE EN EL YO

Más aún, cuando el hombre —el ser, el alma— vino a estar bajo la influencia y el control de la carne, el alma también fue dañada. Así como el cuerpo se convirtió en carne, el alma se convirtió en el yo. Debido a que el alma vino a estar bajo el control de la carne y fue influenciada por la carne, la persona del alma llegó a ser una persona centrada en sí misma, el yo. Debido a que Satanás se apoderó de nuestro cuerpo tomándolo como base suya a fin de invadir nuestra alma, el pecado ahora reside en nuestro cuerpo, el cuerpo arruinado se convirtió en la carne, y el alma fue dañada, influenciada negativamente y llevada en cautiverio, convirtiéndose así en el yo. Todos estos términos —Satanás, el pecado, la carne, y el yo— son muy negativos.

Mateo 16:21 al 26 nos sirve de ilustración para ver el terreno que Satanás tiene en el alma humana. Estos versículos dicen: “Desde entonces comenzó Jesús a manifestarles a Sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer muchas cosas de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reprenderle, diciendo: ¡Dios tenga compasión de Ti, Señor! ¡De ningún modo te suceda eso! Pero Él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de Mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mente en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Entonces Jesús dijo a Sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque el que quiera salvar la vida de su alma, la perderá; y el que la pierda por causa de Mí, la hallará. Porque ¿qué aprovechará al hombre, si gana todo el mundo, y pierde la vida de su alma? ¿O qué dará el hombre a cambio de la vida de su alma?”.

En el versículo 23 el Señor reprendió a Satanás, pero en el versículo 24 Él no les dijo a los discípulos que negaran a Satanás, sino que se negaran a sí mismos. Luego, en los versículos 25 y 26 Él procedió a hablar sobre la vida del alma. Aquí, Satanás, el yo y la vida del alma son usados de manera intercambiable. Satanás está mezclado con el yo, y el yo satánico es la corporificación de la vida del alma. En otras palabras, el alma posee una vida, y la vida que posee el alma está corporificada en el yo satánico. Por tanto, podemos afirmar que la vida del alma está mezclada con Satanás.

(Ejercicio de nuestro espíritu, El, capítulo 5, por Witness Lee)