EL AMOR ES EL PODER MOTIVADOR
DE NUESTRA LABOR
Nuestra labor debe ser una labor de amor. Este amor indica que no sólo amamos al Señor sino también a los santos. Amamos a los fuertes y a los débiles. Amamos a los pecadores; amamos a nuestros amigos, a nuestros parientes, a nuestros compañeros de clases y a nuestros colegas. Sencillamente amamos a la gente. El amor es el poder motivador de nuestra labor. Por causa de este amor preferimos echar a un lado muchas otras cosas y laborar. No sabemos quién será el fruto ni de dónde ni cuándo vendrá. Solamente sabemos laborar.
(Entrenamiento y la práctica de los grupos vitales, El, capítulo 13, por Witness Lee)