Entrenamiento y la práctica de los grupos vitales, El, por Witness Lee

IR AL SEÑOR PARA SER ALUMBRADOS

Desde el principio he dicho que nadie debe formar un grupo vital. Los grupos vitales deben producirse, no formarse. ¿Cómo se hace eso? No se hace con un movimiento ni con propaganda. Sólo se puede producir un grupo vital si nosotros mismos vamos al Señor. Debemos tener la carga porque vemos la condición que prevalece entre nosotros: vejez, muerte, tibieza, esterilidad, miseria espiritual e insensibilidad. Esto debería hacernos ir al Señor y arrepentirnos. Este es el comienzo de un grupo vital. Repito: debemos ir al Señor. Sin ir al Señor por usted mismo, lo que hace no significa nada.

Podemos recibir cierta ayuda de la comunión en cuanto a los grupos vitales, pero eso no es lo que el Señor quiere. Lo que el Señor quiere es que tengamos un nuevo comienzo dándonos cuenta de cuál es nuestra necesidad. Quizá alguien desee ser vitalizado, pero piensa que no tiene ninguna necesidad. Consideremos la gente del mundo: todos necesitan al Señor, pero ninguno se da cuenta de ello. Por eso tenemos que ir a predicarles el evangelio para estimular su corazón y abrir sus ojos para que vean algo. Entonces interiormente comprenderán que necesitan al Señor. Lo primero que debemos hacerles saber es que deben tocar al Señor. Aunque no quieran tocar al Señor, de todos modos necesitan hacerlo. Nosotros somos iguales. Tal vez pensamos que no tenemos necesidad de nada, pero sí necesitamos algo. Debemos ir al Señor. El es la fuente que nos puede dar un comienzo verdadero.

Tal vez vaya a El una vez, y no pase nada. Quizá no pase nada ni siquiera después de veinte veces, lo cual tal vez lo desanime. Pero nuestra experiencia nos dice que si seguimos acudiendo al Señor, tarde o temprano El nos alumbrará. El es la luz (1 Jn. 1:5). Si vamos a El, la luz nos alumbrará. Si la luz no alumbra hoy, alumbrará mañana. A lo largo de toda la Biblia, siempre hay un llamado para ir al Señor (Jn. 7:37; Is. 2:5; 55:1; Mt. 11:28). Al final de la Biblia incluso se llama a todos los sedientos a que vengan al Señor (Ap. 22:17). Debemos ir a El y tocarlo. Yo no los puedo iluminar. El que los puede iluminar es Dios mismo. Debemos ir a El.

El Señor nos ha mostrado que la única manera de seguir adelante es volver a Su Palabra, y Su Palabra nos dice que en el Nuevo Testamento El ordenó un camino que debemos seguir. El nos ha mostrado que no podemos ir por este camino como una forma o un ritual. Si lo hacemos así, estamos dejando un viejo ritual y tomando uno nuevo. Odiamos la rutina vieja, pero amamos la nueva. No queremos seguir otra rutina. Es por eso que debemos ir al Señor directamente.

Ya he dicho que cada uno debe buscar un compañero. Pero no debemos ir a buscar ese compañero sin antes ir al Señor. Debemos comenzar con el Señor hasta que El nos ilumine, hasta que nos alumbre. Entonces comprenderemos completamente dónde estamos y qué somos. Espontáneamente nos arrepentiremos, diciendo: “Señor, estoy muerto”. Mientras decimos eso, el Señor dirá: “Estás muerto debido a que eres pecaminoso. Estás muerto debido a que eres sucio e inmundo”. El Señor nos alumbrará y mostrará que somos como personas enterradas bajo tierra, con una capa tras otra de suciedad. Es necesario salir de ahí haciendo una detallada y cabal confesión al Señor para ser perdonados, lavados y liberados a fin de salir de las profundidades de nuestra posición caída. Este arrepentimiento y confesión cabal nos llevará a una íntima comunión con el Señor. Debemos comenzar los grupos vitales de esta manera.

Alguien que haya comenzado desde aquí necesita buscar un compañero. Antes de buscar un compañero, es necesario orar sin apresuramientos. Si se hace apresuradamente, no se obtendrá un verdadero compañero. Es necesario orar así: “Señor, dame un compañero o envía alguien a mí. Señor, guíame Tú. Ponme en contacto con el que Tú escojas”. En la manera ordenada por Dios todo se lleva a cabo siempre mediante la oración, no porque nosotros lo iniciemos o como resultado de nuestra actividad. No se debe pensar que conseguir un compañero requiere poco tiempo. Es necesario orar mucho tiempo. No es posible conseguir un compañero sólo mediante un contacto.

Todo lo que tenga vida, tardará en producirse. El nacimiento de un niño requiere nueve meses a partir de la concepción. Una semilla sembrada en la tierra no crece al día siguiente. Todo lo que se produce de la noche a la mañana es artificial. Si usted siembra una semilla, tiene que esperar un tiempo para que algo brote de la tierra.

Tengo la preocupación que no hemos empezado los grupos vitales desde su raíz. Los grupos vitales no han comenzado todavía porque nadie puede comenzar desde la raíz por sí mismo. Marido y mujer no se pueden ayudar mutuamente en este asunto. No debemos esperar ayuda de nadie. El único que nos puede ayudar es el Señor mismo. Debemos ir a El directamente.

Quisiera que Dios los iluminara a cada uno completamente. Usted necesita ir a El. Aunque Dios no lo haya iluminado todavía, de todos modos tiene que ir a El. El es la verdadera fuente donde debe comenzar. Si acude a El una y otra vez, recibirá la luz. El lo iluminará. El lo llevará a la luz. Lo expondrá al máximo. Entonces se arrepentirá a lo sumo y llorará delante del Señor. Le dirá al Señor: “Señor, soy tan sucio y pecaminoso. Soy corrupto y estoy corrompido”. Espontáneamente hará una confesión cabal ante el Señor. Es posible que ni siquiera se acuerde de comer. Mientras maneje hacia el trabajo, quizá todavía se esté arrepintiendo con lágrimas al Señor. Me pregunto cuántos de nosotros hemos pasado por esta etapa. Si no han pasado por esta etapa, el grupo vital no ha comenzado todavía.

La manera ordenada por Dios no consiste en escuchar alguna enseñanza, buscar otro hermano, y luego tomar la decisión de visitar gente. Esta es una obra externa, no la realización de los grupos vitales. Hicimos cosas como éstas en el pasado para ganar gente, pero, ¿dónde está esa gente hoy? La mayoría de ellos no fueron fruto permanente.

Para que los grupos vitales lleguen a existir, debemos ser sembradores. Tenemos que tocar al Señor. Tenemos que ser iluminados. Tenemos que ser tocados por el Señor. Tenemos que ser expuestos en Su presencia y confesarnos a El. Tenemos que ser completamente saturados con El. Entonces tendremos con El una relación y una comunión muy íntimas. Este es el comienzo de los grupos vitales. Entonces usted orará espontáneamente: “Señor, necesito un compañero. Prepárame un compañero. No quiero seleccionar a alguien. No quiero nunca más ejercer mi elección, mi preferencia. Guíame Tú. Tráeme a alguien o envíame a alguien”.

Me da lástima ver nuestra situación actual. Parece que han sido conmovidos, pero no se mueven. Esto se debe a que no han ido al Señor. Si no van al Señor ni se confiesan ni arrepienten cabalmente en Su presencia, se están engañando a ustedes mismos. Arrepentirse y confesarse debe hacerlo uno mismo. Tener una comunión íntima con el Señor se hace por uno mismo. Sin estas tres cosas, permaneceremos en la misma situación hasta que comparezcamos ante el Señor en Su tribunal (2 Co. 5:10).

No debemos leer la Palabra del Señor a la ligera. Al contrario, debemos temblar ante Su Palabra (Is. 66:5a). Efesios 5:14 dice que los que duermen deben despertarse y levantarse de los muertos, y los alumbrará Cristo. Necesitamos considerarnos a la luz de este versículo. ¿Estamos durmiendo? Tal vez todavía están durmiendo, pero creen que están practicando los grupos vitales. Eso no es practicar los grupos vitales, sino una rutina nueva. Según lo que el Espíritu me dice, creo que todavía no hemos comenzado de verdad los grupos vitales.

Dios es el origen. Debemos ir a El y tener contacto con El. Por favor, acepten mis palabras y llévenlas otra vez al Señor. Podemos orar así: Señor, he escuchado que todavía no hemos comenzado los grupos vitales. Señor, vengo a Ti. Dime cómo empezar un grupo vital”. En seguida llegará la luz, porque Dios es luz. Ir al Señor es el primer principio para llevar a cabo los grupos vitales.

(Entrenamiento y la práctica de los grupos vitales, El, capítulo 9, por Witness Lee)