EL CAMINO EQUIVOCADO
SE OPONE A LA ECONOMÍA DE DIOS
Por esta razón, a la luz de la revelación hallada en la Biblia, debemos considerar cómo venimos practicando desde el año pasado las reuniones de hogar, las reuniones de los grupos pequeños y el profetizar en las reuniones de distrito. Debemos averiguar si dichas reuniones se han estado llevando a cabo según la manera santificada que Dios ha revelado o según la manera natural humana. Aunque lo que se haga lo mismo en ambos casos, los resultados pueden ser muy diferentes. Tomemos como ejemplo la predicación del evangelio. Convocar una gran reunión e invitar a un orador famoso para que predique el evangelio es algo que corresponde a la manera natural. Aunque los pecadores sean salvos, esto no va a ser de mucha ayuda en lo que se refiere a la edificación del Cuerpo de Cristo. Al contrario, esto causará muchísimo daño, puesto que esta práctica anula la función sacerdotal de los santos en lo referente a la predicación del evangelio. Pese a que algunos famosos evangelistas estadounidenses han estado predicando el evangelio por muchos años y muchas almas han sido salvas, a fin de cuentas, el ministerio del sacerdote del evangelio prácticamente se ha reducido sólo a estos evangelistas. Todos los demás son levitas. Sin duda alguna el evangelio es predicado y las almas son salvas, pero no se considera en lo mas mínimo al Cuerpo de Cristo.
En Estados Unidos hay sesenta millones de protestantes. Al menos una tercera parte de ellos han sido salvos y regenerados. Eso significaría que hay veinte millones de cristianos. Si en los pasados cuarenta años todos ellos hubiesen practicado lo que hemos visto en estos días, todos habrían sido perfeccionados, y todos cumplirían sus deberes como sacerdotes del evangelio neotestamentario. Todos ellos harían la obra de un evangelista. Incluso si cada uno de ellos salvara a una sola persona al año, en cuestión de un año, veinte millones de personas habrían sido salvas. En diez años, doscientas millones de personas habrían sido salvas, y en cuarenta años el número sería asombroso. Pero ha sucedido todo lo contrario. Hoy en día el evangelio no se ha propagado lo suficiente, y en todas partes vemos maldad, corrupción, fornicación y otras cosas tenebrosas y vergonzosas. Esto nos muestra que aunque el evangelio ciertamente ha sido predicado, la manera en que se ha hecho es equivocada. Este camino equivocado se opone a la economía de Dios y es perjudicial para la administración de Dios.
(Sacerdotes neotestamentarios del evangelio, Los, capítulo 6, por Witness Lee)