TENER REUNIONES DE GRUPOS PEQUEÑOS
QUE ESTÉN LLENAS DE MUTUALIDAD
ENTRE LOS SANTOS
La reunión de los grupos pequeños es diferente de la reunión de hogar. Después de que las personas son salvas y son pastoreadas y alimentadas por algún tiempo, deben congregarse. Esta reunión es la reunión de los grupos pequeños. No deben demorarse mucho en traerlos a las reuniones de los grupos pequeños. Al mismo tiempo que ustedes los alimentan, tráiganlos a las reuniones de los grupos pequeños.
Guiar, alumbrar
y alentar a los santos a:
Ser abiertos y tener comunión unos con otros
A los chinos sus propias familias les enseñan desde su juventud que no deben hablar mucho. Es por eso que a los chinos nunca les gusta abrir su boca en público. Es muy difícil hacer que las hermanas hablen en las reuniones; por consiguiente, tenemos que animarlas a abrirse. Cuando los cristianos se reúnen, mientras abran sus bocas, habrá un beneficio. Siempre ayuda cuando las cosas se hablan y tenemos comunión unos con otros.
Orar unos por otros
Quizás una hermana vea a otra hermana venir a la reunión, y le diga: “Hermana, por favor, ore por mí. Esta mañana me lastimé el hombro”. Tal vez, otras dos hermanas entren, y esta hermana les cuente a las otras dos sobre esto, a lo cual respondan: “¡Oremos!”. De este modo, ellas comienzan a orar por la hermana que tiene el problema. Esto es orar por las necesidades físicas. A veces la oración puede ser acerca de las necesidades espirituales. Un hermano puede sentir que él simplemente no puede vencer en cierto asunto por medio de la oración. Así que otro hermano le dice: “¿Has cometido algún pecado, o has amado el mundo? ¿Será que tus oraciones están siendo estorbadas debido al pecado o al mundo que está en ti?”. Antes de que él acabe de hablar, unas cuantas hermanas pueden orar, diciendo: “Señor, ilumina a nuestro hermano para que pueda ver lo que hay en su interior”. Una vez que abramos nuestra boca, espontáneamente habrá comunión; y una vez que haya comunión, espontáneamente, oraremos unos por otros.
Cuidarse y pastorearse unos a otros
Cuando los hermanos y hermanas tengan comunión y oren juntos, habrá el cuidado y el pastoreo mutuo.
Hacerse preguntas mutuamente
para el aprendizaje y enseñanza de la verdad
y
hacerse preguntas mutuamente
procurando crecer en vida y recibir instrucción
al respecto
Algunos quizás pregunten en la reunión: “¿Cuál es el significado de llevar la cruz?”. Entre las siete u ocho personas que estén presentes, cada una puede expresar algo. Un hermano podría decir: “La cruz era el instrumento que se usaba para ejecutar a los peores criminales durante el Imperio Romano”. Otro hermano diría: “Cuando el Señor Jesús fue puesto en la cruz, todos nosotros fuimos crucificados juntamente con Él. Por consiguiente, debemos permanecer en Su muerte, y no debemos descender de la cruz. Esto es lo que significa llevar la cruz”. Esta manera de hablar permite que todos puedan aprender la verdad.
Exhortar y consolar a los santos como un padre
Enseñar a los santos todo el consejo de Dios
En Hechos 20 Pablo dijo: “Nada de cuanto os pudiera aprovechar rehuí anunciaros y enseñaros, públicamente y de casa en casa” (v. 20). “Porque no rehuí anunciaros todo el consejo de Dios” (v. 27). “Por tanto, velad, acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas a cada uno” (v. 31).
En toda sabiduría,
presentar a los santos
perfectos en Cristo delante de Dios
“A quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo a todo hombre” (Col. 1:28). Pablo no sólo esperaba que los santos crecieran en la vida divina, sino que además de ello, amonestaba y enseñaba a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo a todo hombre delante de Dios.
Equipar y suministrar a los santos
para que ellos hagan la obra del ministerio neotestamentario, que consiste en edificar
el Cuerpo orgánico de Cristo
Todos ustedes tienen que aprender a enseñar a los santos. Ello no significa enseñarles en la reunión, sino enseñar a cada uno de ellos en sus hogares durante su visita. Esta clase de enseñanza requiere tiempo. De entre los hermanos y hermanas ustedes pueden escoger primero aquellos a quienes puedan guiar más fácilmente. Si perfeccionan a dos cada semana, en medio año, podrán perfeccionar a un buen número. Unos cuantos en su grupo pequeño llegarán a ser más capaces, y los otros los seguirán y aprenderán. De este modo, será puesto un buen fundamento. He visto claramente que el éxito de la nueva manera depende de algunos que estén dispuestos a aprender primero, y que a su vez tomen la carga de enseñar a otros.
En este respecto, una gran responsabilidad recae sobre los colaboradores que sirven a tiempo completo. No sólo deben ellos enseñar en las reuniones, sino que además deben ir a los hogares de los santos y enseñarles cara a cara y a uno por uno.
(
Sacerdotes neotestamentarios del evangelio, Los, capítulo 8, por Witness Lee)