LA VIEJA MANERA DE PROCEDER ANULA
LA ECONOMÍA NEOTESTAMENTARIA DE DIOS
Las grandes reuniones del evangelio que celebramos en el pasado, en las que muchas personas respondían y eran bautizadas, eran bastante impresionantes. Pero en lo que se refiere a la naturaleza del Nuevo Testamento, dichas reuniones mataron la función de la mayoría de los santos. En otras palabras, ellas han anulado el sacerdocio universal del Nuevo Testamento y han hecho que sólo unos pocos lleguen a ser un súper-clero. En principio, esto ofende al Señor por cuanto ha anulado por completo la economía neotestamentaria de Dios. Debemos comprender hoy que el objetivo no es de ningún modo cambiar de método. Lo que necesitamos es experimentar un completo arrepentimiento, y abandonar todo otro camino que no esté en conformidad con la economía neotestamentaria de Dios.
La vieja manera ofende a Dios. Cuando Dios opera soberanamente en ciertas situaciones, Él puede congregar a muchas personas así como lo hizo el Día de Pentecostés (Hch. 2:1-41). Sin embargo, aún en aquel entonces, después de que las tres mil personas fueron salvas, ellas empezaron a partir el pan, a tener comunión, a enseñar la verdad y a predicar el evangelio de casa en casa. Esto nos muestra que salvo en ocasiones especiales, todos los hermanos y hermanas deben llevar fruto directamente en su vida diaria. Ellos deben ser sacerdotes del evangelio de Dios directamente, ofreciendo los sacrificios propios del evangelio, que son los pecadores salvos. Si no hacen esto, ellos estarán actuando de una manera contraria a la economía de Dios.
(Sacerdotes neotestamentarios del evangelio, Los, capítulo 5, por Witness Lee)