EL PRINCIPIO RECTOR Y EL EJEMPLO
Al leer el libro de Isaías tal vez nos preguntemos por qué Isaías insertó los capítulos del 36 al 39. Los primeros treinta y cinco capítulos de este libro tratan sobre la disciplina amorosa que Dios aplica a Su amado Israel y el justo juicio que Él ejecuta sobre las naciones, todo ello con la finalidad de que Sus elegidos se vuelvan a Él con miras a que las cosas creadas puedan ser restauradas y pueda ser introducido el Cristo todoinclusivo. En esta coyuntura, todos y todo han sido desechados por Dios, y Cristo, el Único que es apto, ha venido. ¿Por qué, después de haber abordado todos estos asuntos, dedicó Isaías cuatro capítulos a hablar de un breve período de la vida de una persona? Después de reflexionar por mucho tiempo sobre este asunto, creo que el Señor me ha mostrado el motivo. En los capítulos del 36 al 39, Isaías provee un ejemplo valiéndose de Ezequías, el rey de Judá. Podríamos afirmar que en los primeros treinta y cinco capítulos de su profecía, Isaías nos comunica un principio rector y que en los siguientes cuatro capítulos nos presenta un ejemplo de dicho principio.
(Estudio-vida de Isaías, capítulo 19, por Witness Lee)