II. LA COMISIÓN DADA POR CRISTO A ISAÍAS
DE ADVERTIR A SU PUEBLO
Del versículo 8 al 13 vemos la comisión dada por Cristo a Isaías de advertir a Su pueblo. Después de ser depurado, Isaías recibió una comisión de parte del Señor.
A. La necesidad del Señor
1. Su llamamiento
En cuanto a la necesidad del Señor, primero tenemos Su llamamiento. El Señor dijo: “¿A quién enviaré? ¿Quién irá por Nosotros?” (v. 8a). Aquí las palabras enviaré y Nosotros indican que Aquel que habla es triuno, que esta persona no es solamente Cristo sino Cristo como corporificación del Dios Triuno.
2. La respuesta de Isaías
La respuesta de Isaías fue muy buena. Él dijo: “Heme aquí; envíame a mí” (v. 8b).
B. La comisión dada por el Señor a Isaías
de advertir a Su pueblo
1. Su encargo
En los versículos 9 y 10 el Señor le da Su encargo a Isaías. El Señor le dijo: “Anda, y di a este pueblo: / Oíd bien, pero no percibáis; / y ved por cierto, mas no entendáis. / Haz insensible el corazón de este pueblo; / embota sus oídos, / y sella sus ojos, / no sea que vea con sus ojos, oiga con sus oídos, / y su corazón perciba y se convierta, y sea sanado”. Esto indica que no había manera de que el pueblo de Israel fuese sanado y recobrado.
2. La pregunta de Isaías
En respuesta al encargo del Señor, Isaías hizo una pregunta. Él dijo: “¿Hasta cuándo, Señor?” (v. 11a). Él preguntó por cuánto tiempo perduraría esta situación.
3. La respuesta
Del versículo 11b al 13 encontramos la respuesta del Señor a la pregunta de Isaías. El Señor le dijo: “Hasta que las ciudades queden devastadas / y sin habitantes, / las casas sin gente, / y la tierra devastada y convertida en desolación; / y Jehová haya enviado lejos a los hombres, / y sean muchos los lugares abandonados en medio de la tierra. / Pero quedará aún en ella la décima parte; / y ésta volverá a ser quemada / como el terebinto o la encina, / cuyo tocón permanece cuando es talado; / su tocón será la simiente santa”. Con excepción de lo dicho sobre la simiente santa, esta profecía se ha cumplido.
4. Esta advertencia profética se cumple
mediante la invasión y cautiverio babilónicos
Esta advertencia profética fue dada aproximadamente el año 758 a. C., y se cumplió aproximadamente el año 606 a. C. por obra de la invasión babilónica y el consiguiente cautiverio (2 R. 24—25). Los babilonios devastaron Jerusalén y se llevaron en cautiverio a todas las personas importantes.
C. Esta advertencia es citada
por el Señor Jesús y por Juan
Esta advertencia fue citada por el Señor Jesús en Mateo 13:14-15, mientras el Señor estaba en la tierra, a manera de recordatorio para los judíos rebeldes y obstinados que presenciaron Su ministerio. Esta advertencia también fue citada por Juan en Juan 12:40. El recordatorio hecho por el Señor se cumplió en el año 70 d. C. por obra del ejército romano bajo el mando de Tito (Mt. 23:37-38; 24:2).
D. Esta advertencia es citada
por el apóstol Pablo
Esta advertencia también fue citada por el apóstol Pablo en Hechos 28:25-27 a manera de recordatorio para los judíos que no creían al escuchar su predicación del evangelio. Este recordatorio también se cumplió en el año 70 d. C. mediante Tito y su ejército; además, después del año 70 d. C., esta advertencia se ha cumplido a lo largo de los siglos.
(
Estudio-vida de Isaías, capítulo 6, por Witness Lee)