LA VERDAD CONTENIDA EN ESTOS TRES LIBROS
Estos tres libros hacen especial hincapié en la verdad. Por esta razón, la palabra verdad se usa trece veces (1 Ti. 2:4, 7; 3:15; 4:3; 6:5; 2 Ti. 2:15, 18, 25; 3:7, 8; 4:4; Tit. 1:1, 14). En particular, hay cuatro versículos que nos muestran este énfasis en la verdad.
Venir al pleno conocimiento de la verdad
En 1 Timoteo 2:4 dice que Dios “quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad”. Dios quiere que todos los hombres sean salvos. Sin embargo, después de ser salvo, un hombre aún necesita venir al pleno conocimiento de la verdad. La palabra verdad significa “realidad”, y denota todas las cosas verdaderas reveladas en la Palabra de Dios. En el Nuevo Testamento se encuentran muchas realidades. Por ejemplo, el Verbo hecho carne es una realidad. El Verbo es Dios, y la carne denota el hombre caído. Por lo tanto, el Verbo hecho carne significa que Dios vino a ser un hombre en semejanza de carne de pecado (Ro. 8:3). Además, el Señor Jesús murió en la cruz para efectuar la redención. Su muerte para efectuar la redención es también una realidad. No sólo eso, Él resucitó; esto es otra realidad. Él ascendió a los cielos, lo cual también es una realidad. El hecho de que Cristo es vida es una realidad, el hecho de que Él es el Espíritu vivificante es otra realidad, y el hecho de que Él es la resurrección es otra realidad.
Conocer la verdad significa conocer la realidad de los puntos cruciales revelados en el Nuevo Testamento. En lugar de conocer la doctrina, debemos conocer la verdad y obtener la realidad. El Verbo hecho carne es una realidad, la muerte y la resurrección del Señor son otra realidad, y el hecho de que el Señor es el Espíritu vivificante es otra realidad. El hecho de que Cristo es la vida y la resurrección son también realidades. Como la vida de resurrección, Cristo llega a ser nuestra santificación, Él llega a ser el poder que nos santifica y nuestra vida que vence. Éstas también son realidades.
La iglesia como columna
y fundamento de la verdad
En 1 Timoteo 3:15-16 dice: “La casa de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, columna y fundamento de la verdad [...] grande es el misterio de la piedad: Él fue manifestado en la carne”. Estos dos versículos hacen hincapié en la iglesia y hablan de los tres puntos principales en cuanto a la iglesia: la iglesia es la casa del Dios viviente, la iglesia es columna y fundamento de la verdad, y la iglesia es el gran misterio de la piedad. Estos tres puntos utilizan diferentes frases para referirse a la iglesia, pero ellas significan lo mismo. La casa del Dios viviente es la columna y fundamento de la verdad, y la columna y fundamento de la verdad es el gran misterio de la piedad, Dios manifestado en la carne.
La secuencia que Pablo usa es la correcta, pues él primeramente habla de la iglesia como la casa del Dios viviente. Dios vive en esta casa. La clase de casa en la cual una persona vive demuestra la clase de persona que es. Una casa es la expresión de las personas que la habitan. Si una familia estadounidense vive en una casa por un mes, expresará la vida familiar estadounidense; si una familia japonesa viene a vivir en la misma casa, expresará la vida familiar japonesa; asimismo, si una familia china vive en dicha casa, expresará la vida familiar china. Es por ello que Pablo dice que la iglesia es la casa del Dios viviente; el Dios viviente mora en esta casa. Esta casa manifiesta la verdad, la realidad. Eso significa que el Dios viviente, quien manifiesta la realidad, mora en esta casa y se expresa por medio de ella. El Dios viviente es vida, y Él manifiesta la vida. El Dios viviente es santificación, y Él manifiesta la santificación. El Dios viviente es amor, y Él manifiesta el amor. Todo lo que Dios manifiesta es la verdad, la realidad de las cosas divinas. Éste es el gran misterio de la piedad.
Juan 1:17 dice: “La ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la realidad vinieron por medio de Jesucristo”. Cuando Jesucristo vino, Dios fue expresado; Dios expresado es la realidad. Dios es manifestado en la carne. Esto no sólo se refiere al Cristo encarnado, sino también a la iglesia como el agrandamiento del Cristo encarnado. Así como Dios fue manifestado en la carne de Cristo en los Evangelios, Dios se manifiesta en la iglesia, el agrandamiento del Cristo encarnado, en las Epístolas. La iglesia como la casa del Dios viviente manifiesta la verdad que ella sostiene. Éste es el gran misterio de la piedad manifestado en la carne.
(
Agresividad apropiada que requieren los que sirven al Señor, La, capítulo 1, por Witness Lee)