PRESTAR ATENCIÓN ÚNICAMENTE A LA BIBLIA,
NO A LOS CREDOS
Debemos buscar la verdad cuando estudiamos la Versión Recobro y los mensajes del Estudio-vida, pero nunca debemos considerar esto como nuestra teología. El término teología es engañoso. Únicamente tenemos la Biblia; no tenemos teología. Los problemas que imperan en el cristianismo empezaron desde el siglo II o III cuando los padres de la iglesia desarrollaron una teología basándose en la Biblia. En el Concilio de Nicea, en el año 325 d. C., se instituyó el conocido Credo de Nicea para determinar las doctrinas y teologías importantes. Por un lado, el credo fue escrito según el Nuevo Testamento; no obstante, no todos los libros del Nuevo Testamento habían sido reconocidos en ese entonces. Por otra parte, este credo fue escrito conforme a las enseñanzas de los padres de la iglesia. Para algunos, el credo tiene hoy más autoridad que la Biblia.
Aunque algunos abogan por el credo y lo consideran conforme a la Biblia, el credo no es tan completo como la Biblia. Por ejemplo, Apocalipsis, el último libro de la Biblia, habla de los siete Espíritus; no obstante, el Credo de Nicea no habla nada de esto. Además, los asuntos de la Biblia que se incluyen en el credo no se tratan de manera detallada. La Biblia es diferente de todos los demás libros. Aunque los eruditos invierten mucho esfuerzo estudiando el estilo con que fue escrita la Biblia, raras veces alguien puede describir el estilo claramente. Por ejemplo, es difícil definir el estilo del Evangelio de Juan, pues es diferente del que comúnmente usaban los escritores; y los temas, la línea central, los diferentes énfasis y la estructura de las secciones de este libro no resultan obvias al lector a primera vista. Es como si los puntos de este libro estuvieran dispersos como las estrellas del cielo, un poquito allí y un poquito allá. Por consiguiente, no podemos sistematizar la Biblia aplicando la teología sistemática.
En 1983 di una serie de mensajes en Stuttgart, Alemania, acerca de la visión central de la impartición divina (véanse los capítulos 1 al 10 de The Divine Dispensing of the Divine Trinity). Desde entonces he estudiado la relación entre el Padre y el Hijo, entre el Hijo y el Espíritu y entre el Espíritu y el Padre, y he descubierto muchos puntos importantes. Uno de estos es que el Hijo viene con el Padre. Éste es un punto muy crucial. Sin embargo, la teología del cristianismo no recalca que el Hijo viene con el Padre. Ni siquiera los credos muestran que cuando el Hijo estuvo en la tierra, el Padre estaba con Él. La teología cristiana incluso es general en la manera en que afirma que el Padre, el Hijo y el Espíritu coexisten simultáneamente. A menos que una persona estudie este tema, no notará que el Hijo vino con el Padre.
Debido a lo incompleto que son los credos, los Hermanos de Inglaterra declararon que querían la Biblia, pero no los credos. Más tarde, la Iglesia Bautista del Sur, una de las denominaciones más grandes en los Estados Unidos, también declaró que quería la Biblia, mas no los credos. La Iglesia de Cristo hizo la misma declaración. Hace más de sesenta años, cuando el Señor nos levantó a nosotros en China, también declaramos que no nos importaban los credos, sino únicamente lo que dice la Biblia. Los credos no están equivocados; pero debido a que están incompletos, inevitablemente hacen que las personas yerren en su entendimiento.
En 1984 la Iglesia Bautista del Sur sacó una publicación que tenía una lista de todos los grupos cristianos ortodoxos, y nosotros estábamos incluidos en esa lista. También comentaron sobre varios de nuestros libros, incluyendo La economía de Dios. Su conclusión era que, aunque el estudio expositivo que hace Witness Lee de la Biblia no se considera incorrecto, él se adhiere demasiado al significado léxico de las Escrituras; de ahí que, los teólogos que siguen los credos o basan sus creencias en los diferentes concilios encuentren difícil aceptar mi estudio expositivo. Al leer su conclusión, dije un aleluya, porque en los Estados Unidos nuestro lema siempre ha sido “regresemos a la Palabra pura de Dios”. La teología de diferentes denominaciones en el cristianismo no es pura, pero las verdades del recobro del Señor se basan absolutamente en la Biblia. Nuestra interpretación de la Biblia se basa en la Biblia, no en nuestros propios puntos de vista.
Desde la época del hermano Nee, la luz que hemos recibido ha ido avanzando e intensificándose debido a que en nuestra exposición seguimos la Biblia. Por ejemplo, antes de 1939, cuando el hermano Nee habló acerca de que hemos muerto juntamente con Cristo, él hizo hincapié en considerarnos muertos, basado en los escritos de A. B. Simpson, fundador de la Alianza Cristiana y Misionera. Uno de los himnos de Simpson dice: “Hay una pequeña palabra que el Señor nos ha dado [...] / Considerémonos muertos al pecado” (Hymns, #692). Según este himno, la palabra que el Señor nos ha dado es considerémonos. El hermano Nee tradujo este himno al chino. De 1938 a 1939 el hermano Nee dio los mensajes publicados en el libro La vida cristiana normal, en los cuales recalcó la importancia de considerarnos muertos. Sin embargo, después de 1939 el hermano Nee vio que el hecho de que hemos muerto juntamente con Cristo, el cual se halla en Romanos 6, sólo puede experimentarse en el Espíritu que se revela en Romanos 8. Por lo tanto, el simple hecho de considerarnos muertos es en vano; tenemos que estar en el Espíritu, porque el hecho de morir juntamente con Cristo se halla únicamente en el Espíritu. En este asunto el hermano Nee tuvo un gran avance.
Otro ejemplo tiene que ver con la práctica de la iglesia. En 1934 el hermano Nee condujo un estudio bíblico con los colaboradores en Shanghái, a fin de estudiar la iglesia. Los mensajes fueron publicados en el libro La vida de asamblea. Después que hubo terminado la versión preliminar, el hermano Nee me pidió que escribiera el prefacio de libro. En este libro el hermano Nee dijo que, puesto que nosotros no tenemos apóstoles oficiales que establecen las iglesias, ningún anciano podía ser nombrado oficialmente. Por lo tanto, los apóstoles no oficiales a lo más podían establecer iglesias no oficiales y nombrar ancianos no oficiales. Sin embargo, tres años más tarde, en 1937, el hermano Nee reunió a los colaboradores en Shanghái y les dio unos mensajes que más tarde fueron publicados bajo el título La vida cristiana normal de la iglesia. En estos mensajes él dijo que en el presente todavía hay apóstoles, y que un apóstol es alguien que es enviado por el Señor. Puesto que hay apóstoles, hay iglesias que son establecidas por los apóstoles y también hay ancianos nombrados por ellos. Esto nos muestra que el hermano Nee tuvo un cambio en su entendimiento de este asunto. En 1948 varios colaboradores y yo fuimos a la casa del hermano Nee en Fuzhou, y nos quedamos con él por algún tiempo. Mientras hablaba con nosotros, él dijo que en 1937 habíamos visto claramente la línea de Antioquía, pero que habíamos descuidado la línea de Jerusalén; sin embargo, debíamos recalcar la línea de Jerusalén. Eso no significa que tuviera una perspectiva diferente, sino que más bien, su perspectiva se hizo más completa.
Estos ejemplos muestran que lo único que nos debe importar es la Biblia, no los credos. Si a una persona le interesan los credos, no podrá cambiar ni tampoco podrá avanzar. Es posible que en unos años veamos más de lo que hasta ahora hemos visto. Nuestra exposición de la Biblia progresa y avanza siempre que recibimos luz. No podemos establecer un credo que reemplace la Biblia; esto es maligno delante de Dios. Aunque muchas denominaciones recalcan los credos, aun por encima de la Biblia, no pueden negar el hecho de que la Biblia es la autoridad más alta.
(
Agresividad apropiada que requieren los que sirven al Señor, La, capítulo 2, por Witness Lee)