Agresividad apropiada que requieren los que sirven al Señor, La, por Witness Lee

RECIBIR UN FUNDAMENTO

Damos gracias al Señor y nos regocijamos al ver que la mayoría de los entrenantes de tiempo completo tienen menos de treinta y cinco años de edad. Por lo tanto, debemos aprender con toda seriedad. Un año o dos de entrenamiento pondrán un fundamento para los entrenantes, que será de gran ayuda para cuando ellos sirvan al Señor en el futuro.

Pedir sabiduría diariamente

Para el año de 1932 yo ya tenía siete años de ser salvo, y fui usado por el Señor para establecer una pequeña iglesia en mi ciudad natal. Más tarde, el Señor me obligó a abandonar mi trabajo y servir a tiempo completo. Finalmente, el Señor me llevó a Shanghái. En aquel entonces, aprendí a orar de Salomón, diciendo: “Señor, dame sabiduría para que sepa cómo salir y entrar delante de Tu pueblo” (cfr. 2 Cr. 1:10). Yo oré de esta manera por varios años. Hoy, al mirar retrospectivamente, siento que el Señor escuchó mi oración. Los entrenantes también deben orar: “Señor, todavía soy joven y apenas estoy empezando a aprender a servirte. Dame sabiduría para que sepa cómo salir y entrar delante de Tu pueblo”.

Estudiar con toda seriedad los libros de 1 y 2 Timoteo y Tito

En 1 Timoteo 3:15 Pablo dice: “Si tardo, escribo para que sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios”. Cómo debes conducirte en la casa de Dios significa “cómo comportarse y actuar en la casa de Dios”. Los tres libros de 1 Timoteo, 2 Timoteo y Tito claramente dicen cómo un servidor debe conducirse y cómo debe cultivar su carácter. Los entrenantes deben estudiar estos libros diligentemente.

Hay varias palabras en estos libros que merecen nuestra atención: apartándote (1 Ti. 6:20), evita (2 Ti. 2:16; Tit. 3:9), y huye (1 Ti. 6:11; 2 Ti. 2:22). Debemos estudiar de qué cosas debemos apartarnos, qué cosas debemos evitar y de qué cosas debemos huir. Además, debemos apartarnos de la injusticia (v. 19), desechar al hombre que cause disensiones (Tit. 3:10), y desechar los mitos profanos y de viejas (1 Ti. 4:7). Debemos encontrar estas palabras en estos libros y estudiarlas. Entonces sabremos de qué cosas debemos apartarnos, qué cosas debemos evitar, de qué cosas debemos alejarnos y qué cosas debemos desechar. Además, cuando huyamos, debemos hacerlo rápidamente. Cuando evitemos algo, debemos mantenernos alejados a una buena distancia. Cuando nos apartemos, debemos actuar como si estuviésemos en la calle y un auto viniera en dirección nuestra. Si no nos quitamos, seremos atropellados. Todos nosotros debemos tener los pensamientos de huir, evitar y apartarnos.

Estos libros también hablan de la conciencia: una conciencia pura (3:9; 2 Ti. 1:3) y una buena conciencia (1 Ti. 1:5, 19). Hablan de guardar el misterio de la fe con una conciencia pura (3:9), y este misterio se refiere al misterio de la economía de Dios. En las Escrituras vemos que el misterio de Dios es Cristo (Col. 2:2), y que el misterio de Cristo es la iglesia (Ef. 3:4). A fin de guardar el misterio de la fe, necesitamos tener una conciencia pura. Nuestra conciencia nos da un indicio de si guardamos el misterio de la fe; por lo tanto, debemos conducirnos debidamente a fin de tener una conciencia pura. Algunas personas han desechado su fe y su conciencia y han naufragado en cuanto a la fe (1 Ti. 1:19). Todos estos asuntos están relacionados con el hecho de cultivar nuestro carácter. Debemos estudiar estos libros diligentemente.

Además, no debemos simplemente aprender las verdades y crecer en vida, sino que también necesitamos aprender a servir y a comportarnos sabiamente. Estos asuntos no se aprenden en uno o dos días. Si se requiere un año o dos para aprender a jugar básquetbol, cuanto más es aún necesario que practiquemos las cosas relacionadas con el servicio al Señor.

(Agresividad apropiada que requieren los que sirven al Señor, La, capítulo 3, por Witness Lee)