Ministerio de la Palabra de Dios, El, por Watchman Nee

SIEMPRE DEBEMOS AVANZAR

Es más difícil predicar en este tiempo que hace cien años, y aún más difícil de lo que fue hace cuatrocientos o quinientos años. Debido a que la divulgación de la Palabra de Dios siempre avanza, es más difícil para nosotros predicar ahora que para Martín Lutero. Cuanto más predicamos la Palabra de Dios, más profunda y elevada se vuelve. La Palabra de Dios ha alcanzado la etapa presente, y no podemos regresar a lo que era en el pasado. Debemos seguir avanzando. El Señor dijo: “Mi Padre hasta ahora trabaja, y Yo también trabajo” (Jn. 5:17). Dios nunca cesa de trabajar. El trabajó ayer y trabaja hoy. En la actualidad Su trabajo es más avanzado que ayer. Su trabajo ni disminuye, ni retrocede. Lutero vio la verdad de la justificación por fe; sin embargo, lo que se ha visto en los últimos cien años acerca de la justificación por fe va más allá de lo que vio él. Decir esto no es una arrogancia, sino un hecho. La Palabra de Dios está avanzando. El mejor libro que escribió Martín Lutero fue su comentario sobre el libro de Gálatas; sin embargo, los creyentes de hoy han visto mucho más de Gálatas que él. La Palabra de Dios ha avanzado y nadie la puede hacer regresar.

Es importante comprender que todas las verdades están contenidas en la Biblia, y que ella es la base de todo lo que expresamos. No obstante, el descubrimiento de las verdades bíblicas, la predicación de la Palabra de Dios, y lo que la iglesia recibe de Dios avanzan constantemente. En cada generación los hijos de Dios ven más que la generación anterior. Por ejemplo, en los primeros siglos la iglesia creía que el reino se refería al cielo; pero en este siglo hemos visto claramente que ambos son absolutamente diferentes: el reino es el reino, y el cielo es el cielo. Aún más, vimos que el reino no sólo corresponde a recibir un galardón, sino también a reinar y gobernar espiritualmente. En la era apostólica, todas las verdades bíblicas se entendían claramente. Más tarde, estas verdades fueron sepultadas, y más adelante se empezaron a recobrar y siguen siéndolo poco a poco. Por ejemplo, el entendimiento en cuanto a la resurrección ha progresado. Por años se predicó acerca de la resurrección de una manera limitada. Para algunos, la resurrección era simplemente cierta esfera. Pero hoy, lo que algunos han visto acerca de la misma sobrepasa lo que sus predecesores vieron. Si Dios tiene misericordia de la iglesia, la Palabra abundará más y más. Cuando Dios habla, Su palabra siempre se eleva a las alturas.

La Palabra de Dios siempre avanza. El Señor siempre desea dar más a Su iglesia. Al leer las mejores predicaciones sagradas del segundo y tercer siglos, y compararlas con el ministerio actual de la Palabra, podemos ver cuánto ha progresado el ministerio. El Espíritu Santo no se ha rezagado, y la Palabra sigue avanzando sin retroceder. Aunque exteriormente la iglesia enfrenta obstáculos, nuestro Dios continúa hacia adelante sin detenerse ni aun cuando ya ha obtenido algo. El aún trabaja y continúa avanzando. Por lo tanto, el ministerio actual de la Palabra debe tocar más verdades espirituales que los ministerios anteriores. Debemos comprender delante del Señor que la gracia está siendo derramada abundantemente. A fin de que la iglesia crezca hasta llegar a la plena madurez y a la estatura de la plenitud de Cristo, las riquezas del ministerio deben aumentar. No debemos predicar ni con complacencia ni con indiferencia. Dios desea que toquemos algo elevado, pues El desea darnos lo mejor. Quizás Dios no nos haya escogido para ser un ministro fundamental, una “coyuntura”, pero espero que podamos tener parte con aquellos que ministran. Aunque no podamos edificar la estructura, por lo menos podemos edificar sobre la estructura existente.

(Ministerio de la Palabra de Dios, El, capítulo 17, por Watchman Nee)