CUATRO EVENTOS HISTÓRICOS PRINCIPALES
QUE FACILITARON LA MANIFESTACIÓN
DEL NUEVO HOMBRE
La historia humana está bajo la autoridad soberana de Dios. En la superficie cada país es autónomo e independiente, pero, en realidad, la Biblia revela que el surgimiento y caída de un país depende de Dios; está bajo la soberanía del Dios de los cielos (Dn. 2:21; 4:26). Los historiadores escriben la historia desde su punto de vista, pero nosotros consideramos la historia desde nuestra perspectiva, que es la revelación divina. Hace más de dos mil años, según la historia humana, no había mucha comunicación entre los países. Las naciones tenían idiomas distintos y no había medios de transporte avanzados. Si lo que vemos ahora respecto al nuevo hombre hubiese sido revelado durante aquel tiempo, no habría posibilidad de que la manifestación del nuevo hombre fuese hecha realidad. Sin embargo, bajo la soberanía de Dios, ha habido cuatro eventos principales durante los últimos dos mil años de la historia humana, desde el nacimiento de Cristo hasta hoy. Estos eventos principales tenían como meta producir el nuevo hombre.
Primer evento principal:
el establecimiento del Imperio romano
En el año 27 a. C., César Augusto oficialmente estableció el Imperio romano y rigió sobre toda el área que rodeaba el mar Mediterráneo. El Impero romano hizo el griego el idioma común alrededor del mar Mediterráneo. Por ende, cuando el Señor Jesús efectuó la salvación que Dios nos otorgó por medio de Su muerte y resurrección, y cuando el Espíritu Santo envió a los apóstoles a predicar el evangelio, el idioma y la política del Imperio romano estaban unificados, el transporte marítimo había sido desarrollado y se habían construido vías públicas por toda la tierra. En los tiempos del apóstol Pablo, el griego se utilizaba en cada país y ciudad. Debido a que el Imperio romano unificó los territorios alrededor del mar Mediterráneo, los ciudadanos romanos tenían acceso libre a cada área. Ellos no necesitaban tener un documento de identificación o algún pasaporte. Todas estas cosas eran beneficiosas para la propagación del evangelio. Dentro de menos de un siglo, el evangelio se extendió por toda el área que rodeaba el mar Mediterráneo.
Segundo evento principal:
la Reforma y el descubrimiento
del nuevo continente
El segundo evento principal fue la Reforma y el descubrimiento del nuevo continente. Según la historia de la iglesia, la Reforma liderada por Martín Lutero fue un asunto extremadamente grande. La Reforma de Martín Lutero y el descubrimiento del nuevo continente por parte de Colón liberaron las mentes de las personas que habían estado bajo la esclavitud del catolicismo degradado durante la Edad Oscura. Esto trajo un gran adelanto en el pensamiento humano y subsecuentemente produjo el crecimiento de la ciencia y el desarrollo de la industria. El capitalismo, el socialismo y el imperialismo surgieron uno tras otro como consecuencia de los problemas ocasionados por la producción en masa.
Tercer evento principal:
Gran Bretaña derrota a España
Después que Colón descubrió el nuevo continente, España llegó a ser la primera potencia del mundo. España estaba bajo la influencia de la Iglesia Católica. Si Dios hubiese permitido que España siguiera siendo la primera potencia, todo el mundo quizás hubiese caído bajo el poder degradado y oscuro del catolicismo. Sin embargo, Dios levantó Gran Bretaña para que derrotara a España, y todo el mundo cayó bajo el dominio de Gran Bretaña. Por consiguiente, Gran Bretaña pudo enviar misioneros protestantes a predicar el evangelio por todas partes, particularmente en África y Asia.
Cuarto evento principal:
el surgimiento de los Estados Unidos
Dios utilizó el Imperio británico para mantener la situación mundial de modo que el evangelio de Dios pudiese ser predicado por todo el mundo. Sin embargo, el Imperio británico no fue fiel a Dios. El Imperio británico fue debilitado considerablemente por las dos guerras mundiales, las cuales fueron llevadas a su fin por los Estados Unidos. Después de la Segunda Guerra Mundial, Dios levantó los Estados Unidos para ser la primera potencia del mundo. Debido a los inventos y avances en el transporte y la tecnología, la humanidad casi ha alcanzado el nivel más elevado. Esto ha conducido a que haya mucha comunicación entre las naciones, que conlleva intercambios relativos a la cultura, la institución militar y la política.
Hace cien años un misionero estadounidense se tardaba seis meses en llegar a la China por barco y otros seis meses en regresar. Un viaje de ida y vuelta se tardaba exactamente un año. Hoy en día, viajar de Taiwán a los Estados Unidos por avión toma aproximadamente doce horas. La distancia entre los lugares de la tierra ha disminuido debido a la tecnología moderna y el transporte avanzado. Anteriormente, los chinos llamaban a los occidentales “diablos extranjeros”, y los chinos no eran bienvenidos en los Estados Unidos. Por tanto, era casi imposible que los chinos visitaran a los estadounidenses. Sin embargo, esta situación ha cambiado por completo. Puede haber comunicación entre los ingleses, los estadounidenses, los alemanes, los franceses y los chinos. Necesitamos ver que el progreso en la historia humana tiene por finalidad la manifestación del nuevo hombre.
Podemos decir realmente que en Cristo, en la iglesia, en el Cuerpo y en el nuevo hombre, no hay Este y no hay Oeste. Anteriormente, el Este era el Este y el Oeste era el Oeste; los dos lados no podían llegar a ser uno. Pero hoy en día podemos decir que no sólo el Este y el Oeste han llegado a ser uno, sino que el Este, el Oeste, el Norte y el Sur también han llegado a ser uno. Bajo la soberanía de Dios, la situación mundial ha conectado la humanidad por medio de la ciencia, el comercio y la cultura. Por ende, los cristianos de cada continente se pueden congregar en Taiwán y declarar en distintos idiomas: “¡Aleluya, alabado sea el Señor!”. Todo el progreso en la tecnología y la transportación tiene como meta que se produzca el nuevo hombre.
Hace dos mil años nadie hubiese soñado acerca de la manifestación del nuevo hombre. Pero hoy en día nosotros no sólo soñamos acerca del nuevo hombre; nosotros vemos el nuevo hombre. Ésta es la era del nuevo hombre. Vemos la revelación del nuevo hombre en la Biblia y también tenemos la práctica del nuevo hombre en la tierra. Tenemos el gozo de la salvación en el primer nivel, el gozo de la iglesia en el segundo nivel, el gozo del Cuerpo en el tercer nivel y el gozo del nuevo hombre en el cuarto nivel. ¡Aleluya!
(
Era del nuevo hombre, La, capítulo 3, por Witness Lee)
