Era del nuevo hombre, La, por Witness Lee

EN LA CRUZ EL SEÑOR DIO MUERTE A LA ENEMISTAD Y ABOLIÓ LAS ORDENANZAS

Efesios 2:14-16 dice que el Señor Jesús “derribó la pared intermedia de separación, la enemistad, aboliendo en Su carne la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en Sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo Cuerpo, habiendo dado muerte en ella a la enemistad”. El Señor creó un solo y nuevo hombre en Sí mismo y dio muerte a la enemistad en la cruz. Según el contexto de estos versículos, la enemistad es la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas. La enemistad está relacionada con las ordenanzas, que son las distintas maneras de vivir que existen entre las personas.

Por ejemplo, según la ordenanza judía, cada varón tiene que ser circuncidado ocho días después de nacer (Gn. 17:12). Esto ocurre una sola vez en la vida de una persona. Los judíos también tienen que guardar el Sábado cada siete días (Éx. 20:8-11). Esto se observa cada semana de la vida de una persona. Además, a diario lo que ellos pueden o no pueden comer tiene que cumplir con las ordenanzas de la ley. Por ejemplo, no pueden comer peces que no tengan aletas ni escamas (Lv. 11:9-12). Ellos pueden comer aves que se alimenten de semillas, es decir, de vida, pero no pueden comer aves que se alimenten de cadáveres, es decir, de muerte (vs. 13-19; cfr. Gn. 8:7 y la nota, Versión Recobro). El ganado y los animales que rumian y tienen pezuña dividida son limpios y pueden comerse (Lv. 11:3). Por consiguiente, los camellos, que rumian pero que no tienen una pezuña dividida, y los cerdos, que tienen pezuña dividida pero no rumian, ambos son inmundos y no pueden comerse (vs. 4, 7). Los bueyes y las ovejas rumian y tienen una pezuña dividida; por ende, ellos son limpios y pueden comerse. Por causa de las ordenanzas acerca de la circuncisión, el Sábado y las regulaciones alimenticias, los judíos no se mezclan con otros pueblos. Sin embargo, según Efesios 2:15-16, el modo de vivir judío en conformidad con la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas fue abolido por el Señor Jesús en la cruz.

La mayoría de los cristianos saben que el Señor Jesús quitó el pecado del mundo en la cruz, pues Juan 1:29 dice: “¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”. Sin embargo, en cuanto a lo que el Señor logró en la cruz, la Biblia habla de cinco cosas. Primero, el Señor Jesús quitó el pecado del mundo. Segundo, Él destruyó al diablo, que tiene el imperio de la muerte (He. 2:14). Tercero, nuestro viejo hombre y la carne fueron crucificados (Ro. 6:6). Cuarto, el mundo ha sido crucificado (Gá. 6:14). Quinto, el Señor Jesús abolió las ordenanzas (Ef. 2:15). Puesto que hemos visto los logros del Señor en la cruz, estamos siendo conducidos a avanzar paso a paso en nuestro conocimiento y nuestra experiencia del Señor.

Cuando fui salvo, sólo sabía que el Señor quitó mi pecado. Un día leí que el Señor Jesús destruyó al diablo en la cruz. Éste era el evangelio para mí, y lo recibí. Por ende, adelanté un paso en mi conocimiento del Señor. Luego, leí en otro libro que mi viejo hombre fue muerto en la cruz. Estaba gozoso sobremanera al aprender esto. Leí otro libro más que citaba lo dicho por Pablo en Gálatas 6:14: “Lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo”. No tenemos que tomar la decisión de no amar el mundo; el mundo ha sido crucificado. ¿Por qué alguien habría de amar al mundo que fue colgado en la cruz y aniquilado? Vi una visión ese día: el mundo ha sido clavado en la cruz y ya no me puede atraer. Ésta es la manera en que mi conocimiento y experiencia del Señor avanzaron a otro nivel.

No vi estos hechos al leer la Biblia por mi propia cuenta. Cuando los creyentes nuevos leen la Biblia, comúnmente ignoran las cosas más profundas porque no pueden entender lo más profundo. La mente humana caída no es como el papel chino de alta calidad que absorbe la tinta tan pronto como se le aplica. La mente humana caída es como vidrio y mármol, que no pueden absorber tinta. Por ende, no importa cuánto leamos la Biblia, no la podemos comprender en su totalidad. Es por esto que necesitamos recibir ayuda de la luz que otros han visto. Espero que este capítulo nos lleve a todos al quinto nivel, de modo que podamos tener el conocimiento adicional de que el Señor abolió las ordenanzas en la cruz.

(Era del nuevo hombre, La, capítulo 7, por Witness Lee)