SER USADOS POR EL SEÑOR
Y PRODUCIR FRUTO
Nuestra manera de ser, el que podamos obrar con otros, obrar bajo otros y no jugar a la política son asuntos cruciales relacionados con que nosotros podamos ser usados por el Señor. Yo tengo mi manera de ser. Sin embargo, cuando entré a la obra, tuve que ir en contra de mi manera de ser. Algunas veces fracasé. Es difícil ir en contra de nuestra manera de ser. Sin embargo, aun si fracasamos, de todas formas necesitamos ir en contra de nuestra manera de ser. A partir de 1934, permanecí en Shanghái por un largo periodo de tiempo. Durante este tiempo el hermano Nee me puso en el centro de la obra. Puedo testificar que nunca tuve problema alguno con nadie. Me entregué a mantenerme bajo otros. Escuché no sólo al hermano Nee, sino también a la hermana Ruth Lee y a la hermana Peace Wang porque ambas tenían más edad que yo. La hermana Peace Wang me llevó a la salvación y era seis años mayor que yo. La hermana Ruth Lee era al menos nueve años mayor que yo. Ambas conocían al Señor y eran útiles al Señor; ellas me ayudaron enormemente. Por ende, me entregué a mantenerme bajo ellas. Hacía lo que ellas dijeran. También aprendí de ellas cómo obrar con otros.
Coordinarse con otros implica obrar con otros y obrar bajo otros. Dos hermanos de una familia saben quién es mayor y quién es más joven. Si usted es mayor y yo soy más joven, le escucharé sin emitir queja alguna. Esto es la coordinación. Por la misericordia y la gracia del Señor no hay argumentos o conflictos entre nosotros, y tampoco hay enojo. No obstante, todavía existe la necesidad de llevar a cabo cosas. A fin de lograr cosas, necesitamos saber cómo laborar junto con otros. Aprendemos a obrar con otros al estar bajo otros. Si sabemos cómo estar bajo otras personas, sabremos cómo obrar junto con otros. Sea en la iglesia o en el mundo, no podemos efectuar una obra por nosotros mismos; necesitamos colegas o ayudantes. Recientemente, la iglesia en Taipéi ha estado floreciendo. Aunque éste es el resultado de muchos factores, debemos reconocer que saber cómo obrar apropiadamente junto con otros es uno de los factores. Si no laboramos apropiadamente junto con otros, apagaremos su función antes que ellos comiencen a “arder”. Por ende, tenemos que aprender cómo obrar con otros.
Que el Señor nos libre de estas cosas negativas por Su misericordia. Si los colaboradores están dispuestos a ir en contra de su manera de ser y aprenden cómo obrar con otros y cómo obrar bajo otros sin jugar a la política, nuestra obra llevará fruto. Todos hemos estado en la obra por muchos años. No podemos decir que no sabemos cómo obrar. Es posible que no tengamos un conocimiento cabal de la Biblia, pero al menos tenemos un conocimiento general de la Biblia. Quizás no hemos llegado a la madurez espiritual, pero sí tenemos cierta cantidad de crecimiento. Sin embargo, por causa de estos cuatro puntos, nuestra función aún no se manifiesta. Estamos cortos de aquellos que saben cómo obrar con otros. Podemos hacer cosas por nuestra propia cuenta, pero no sabemos cómo hacer cosas con otros. Por ende, no son muchos entre nosotros los que son usados por otros. Como resultado de esto, nuestra obra no rinde mucho fruto.
(Era del nuevo hombre, La, capítulo 5, por Witness Lee)