Visión celestial, La, por Witness Lee

DE LA TRADICION A LA VISION

Vimos que el servicio, la labor y el ministerio dignos de ofrecerse al Señor, provienen de haber recibido la visión celestial, y que no deberían ser algo tradicional, religioso ni natural. En el primer capítulo hicimos notar que en la primera etapa de la vida de Pablo, él llevó a cabo su servicio conforme a la tradición y a la religión, sin visión alguna. El tenía la confianza de estar sirviendo a Dios, pero realmente servía conforme a la letra, al conocimiento, a la enseñanza y a los preceptos del Antiguo Testamento. Pero después de haber recibido la visión celestial, su servicio, su labor y su ministerio pasaron del ámbito de la tradición al de la visión. Desde entonces, Pablo no sirvió conforme a las tradiciones de sus antepasados, ni según el conocimiento ni los preceptos; sino de acuerdo con la visión celestial, una visión viva y vigente. En Gálatas 2, vemos que Pablo subió a Jerusalén, no debido a alguna orden que recibiera, sino por revelación, dirigido por una visión. El había visto algo, y eso lo impulsó a subir a Jerusalén. En sus epístolas podemos ver que Pablo era una persona llena de visiones.

(Visión celestial, La, capítulo 3, por Witness Lee)