EL ESPÍRITU DE EDIFICACIÓN DEL CUERPO DE CRISTO
Romanos nos muestra que Cristo como Espíritu de vida entra en nosotros con el propósito de lograr la filiación en santidad a fin de que podamos ser transformados y conformados totalmente a Su imagen para ser los hijos de Dios plenamente. Sin embargo, la intención de Dios es que todos nosotros seamos edificados juntamente. Por tanto, después de Romanos, en 1 Corintios se nos muestra cómo podemos ser edificados juntamente. Puesto que 1 Corintios es un libro de edificación, el Espíritu mencionado en este libro es el Espíritu de edificación.
El Espíritu mora en nuestro interior
con el fin de edificar el Cuerpo de Cristo
Podemos ver esto en por lo menos tres capítulos de 1 Corintios: capítulos 3, 6 y 12. Los versículos del 9 al 16 del capítulo 3 nos muestran que el Espíritu mora en nuestro interior con el fin de llevar a cabo la edificación. Luego 6:15, 17 y 19 nos dicen que el Espíritu Santo mora en nosotros para hacernos los miembros de Cristo. El Espíritu no mora sólo en nuestro espíritu, sino también dentro de nuestro cuerpo para hacerlo Su templo. Esto corresponde con Romanos 12:1, que nos dice que presentemos nuestros cuerpos por el bien del Cuerpo de Cristo. A medida que Él mora en nuestro interior, hace que nuestros cuerpos sean aptos para el Cuerpo de Cristo. En los capítulos 3 y 6 podemos ver que el Espíritu Santo que mora en nosotros es el Espíritu de edificación, el cual mora tanto en nuestro espíritu como dentro de nuestro cuerpo con el fin de edificarnos juntos como el Cuerpo de Cristo.
(
Cristo como el Espíritu en las Epístolas, capítulo 3, por Witness Lee)