Cristo como el Espíritu en las Epístolas, por Witness Lee

LA REDENCIÓN SE LOGRÓ POR MEDIO DE LA MUERTE DE CRISTO, MIENTRAS QUE LA FILIACIÓN SE LOGRA POR MEDIO DE LA VIDA DE CRISTO

La redención se logró por medio de la muerte de Cristo, mientras que la filiación se logra por medio de la vida de Cristo. Romanos 5:10 dice: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos en Su vida”. La muerte de Cristo, mencionada en la primera parte de Romanos, tiene como fin la redención, y Su vida, que se menciona en la segunda parte, tiene como fin la filiación. Por medio de Su muerte tenemos la redención, y ahora por medio de Su vida tenemos la filiación. Hemos sido redimidos y reconciliados por medio de Su muerte, pero ahora, mucho más, seremos salvos en Su vida. Ser salvos en Su vida es ser salvos de todas las cosas que se oponen a la filiación. El pecado, el yo, el mundo, la carne y todas las cosas negativas se oponen a la filiación, pero la vida de Cristo nos salva de todo esto.

El capítulo 5 habla de “Su vida”, y el capítulo 8 habla “del Espíritu de vida” (v. 2). Su vida nos salva, y el Espíritu de vida nos libera. Esta vida de Cristo es simplemente Cristo mismo, y el Espíritu de vida es también Cristo mismo. Cristo mismo es la vida, y Cristo mismo es el Espíritu de vida. Es por medio de este Espíritu de vida, es decir, por medio de Cristo mismo como vida para nosotros, que somos salvos más y más de todas las cosas que se oponen a la filiación.

(Cristo como el Espíritu en las Epístolas, capítulo 1, por Witness Lee)