EL ESPÍRITU QUE UNGE
Y EL ESPÍRITU DEL MUTUO PERMANECER,
PRESENTADOS EN LAS EPÍSTOLAS DE JUAN
En las Epístolas de Juan, queda implícito que el Espíritu es el Espíritu que unge (1 Jn. 2:20, 27). Luego 3:24 dice: “En esto sabemos que Él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado”. El versículo 13 del capítulo 4 dice a continuación: “En esto conocemos que permanecemos en Él, y Él en nosotros, en que nos ha dado de Su Espíritu”; y el versículo 15 dice: “Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios”. Estos versículos muestran que Dios es uno con nosotros, que Dios mora en nosotros y que nosotros moramos en Dios por medio de este Espíritu que unge. Por tanto, el Espíritu presentado en las Epístolas de Juan es el Espíritu del mutuo permanecer. Permanecemos en Dios por medio del Espíritu que unge, y Dios permanece en nosotros por medio de este Espíritu.
(Cristo como el Espíritu en las Epístolas, capítulo 6, por Witness Lee)