LA GENERALIDAD PRACTICADA POR PABLO
Mientras tengamos puesto el fundamento sólido de la fe, la especialidad, podemos ser muy, muy generales. El apóstol Pablo era tal persona. El fue general a tal grado que, conforme al registro en Los Hechos 21, cuando fue a Jerusalén la última vez, fue persuadido a ir al templo otra vez y aun guardar algunos de los reglamentos del judaísmo. En Romanos y Gálatas él habló valientemente contra el judaísmo; pero cuando fue a Jerusalén por última vez, fue persuadido a ir al templo de nuevo.
Ya que Pablo era una persona que era fiel y fuerte, ¿cómo pudo tomar el consejo de regresar al judaísmo y a sus sacerdotes, pagando hasta los gastos de otros cuatro? El estaba practicando la generalidad. Por supuesto, admitiré que en esta ocasión Pablo se pasó un poco de la raya; aun él estaba sin equilibrio de manera que él se equivocó. Demasiado equilibrio todavía es sin equilibrio. El toleró la situación, pero esta vez el Señor no. Si Pablo hubiese pasado aquellos siete días sin ninguna dificultad, eso habría comprobado que lo que hizo estaba correcto. Pero el Señor no quiso tolerar esta a fin de mantener clara la verdad del evangelio a las generaciones venideras. Sin embargo, esto muestra que Pablo era una persona que quería ser muy general en la vida de iglesia.
(Especialidad, la generalidad y el sentido práctico de la vida de la iglesia, La, capítulo 3, por Witness Lee)