Pláticas adicionales sobre la vida de iglesia, por Watchman Nee

NUNCA DOS UNIDADES PARA LA IGLESIA

Algunas personas tienen un pensamiento equivocado. Ellos concuerdan en que el límite, la jurisdicción de la iglesia es la localidad, pero, renuentes a salirse de las sectas, piensan que la casa es también un límite de la iglesia. Ellos piensan que las dos pueden habitar lado a lado sin ser contrarias la una a la otra. No pueden distinguir en qué punto la casa es igual que la localidad, y en qué punto la casa es diferente de la localidad. Cuando la casa es igual que la localidad, puede ser el límite de la iglesia. Cuando la casa es diferente de la localidad, las dos no pueden, al mismo tiempo, ser el límite o la unidad de la iglesia. La clave depende de la localidad, de si la casa es igual o no a la localidad.

Debemos saber que si la casa es la unidad, entonces la localidad, que es más grande que la casa, no puede ser la unidad. ¿Cómo puede la localidad ser la unidad si puede dividirse en unidades más pequeñas? Si reconocemos la localidad como unidad, ¿cómo podemos también reconocer la casa como una unidad? Puesto que la localidad es la unidad más pequeña, ¿cómo puede dividirse en unidades más pequeñas, como las casas? Por ejemplo, si la longitud es representada por un metro como unidad de medida, entonces un centímetro no es suficiente para ser la unidad, porque es menos que una unidad completa. Si ustedes toman un centímetro como unidad, el metro ya no puede ser la unidad, porque un metro es igual a cien unidades. Del mismo modo, si la unidad para la iglesia es la localidad, entonces las muchas casas de una localidad no pueden ser las muchas iglesias. Una localidad con una casa tiene sólo una iglesia; una localidad con cien casas también tiene sólo una iglesia. Con cien casas no hay cien iglesias. Si la casa es la unidad, entonces con una casa hay una iglesia, y con cien casas hay cien iglesias, y una localidad con cien casas nunca tendría una sola iglesia. Estas dos, la casa y la localidad, son unidades completamente diferentes. O tomamos la casa como unidad, o la localidad como unidad. Debe haber una unidad, pero no podemos tener las dos. La casa y la localidad a la vez no pueden ser unidades para la iglesia.

Si la localidad es la unidad, entonces 1) la iglesia unida de varias localidades está equivocada, y 2) las divisiones fragmentarias en una localidad también están equivocadas. Si la casa es la unidad, entonces 1) la iglesia unida de varias localidades está todavía equivocada, pero 2) las divisiones en una localidad están correctas. Todas las divisiones pueden esconderse tras la palabra “casa”. Si la “casa” es la unidad, todos los que rehúsan “oír a la iglesia” (Mt. 18:17), pueden organizar iglesias “de casa” separadas. La iglesia “de casa” llega a ser un amparo para todos los divisivos en una localidad. Que el Señor tenga misericordia de Su iglesia.

Por lo tanto, ustedes deben entender claramente que entre la casa y la localidad, solamente una de ellas puede ser la unidad, y no ambas. Es tal como nuestra salvación: si no es por gracia, tiene que ser por obras. No puede ser por gracia y por obras; no se puede tener ambas. Según la Biblia, así como nuestra salvación es por gracia, así el límite, la jurisdicción de la iglesia, es la localidad. Dividir a la iglesia en una localidad en muchas iglesias “de casa” es introducir divisiones en el Cuerpo, y es obra de la carne.

Yo creo que Dios en Su gran sabiduría ha decidido tener la localidad como límite de la iglesia a fin de eliminar las obras del hombre de dividir la iglesia en la localidad.

(Pláticas adicionales sobre la vida de iglesia, capítulo 2, por Watchman Nee)