Pláticas adicionales sobre la vida de iglesia, por Watchman Nee

3. TODO EL CUERPO DEBE APRENDER A SERVIR

Los hermanos y las hermanas deben estar muy interesados y tener un entendimiento muy claro con respecto a los asuntos prácticos de la iglesia. No importa qué clase de asunto es, todos deben ponerle mano. Por ejemplo, tenemos la limpieza del lugar de reunión y el cuidado y arreglo de las frazadas y sábanas que pertenecen a la iglesia; todo esto es característico del servicio de los levitas. El cuidado de aquellos que entre nosotros están necesitados, y el recibir y enviar a los hermanos y hermanas que nos visitan, todo está relacionado con la naturaleza del trabajo de los levitas. Ustedes pueden ver ante Dios que hay mucho trabajo de naturaleza levítica. Hay mucho que hacer en la oficina de servicio de la iglesia, lo cual también está relacionado con la naturaleza del trabajo de los levitas.

Cuando una persona sirve a Dios, por una parte debe hacer el trabajo de los sacerdotes, y por otra, debe hacer el trabajo de los levitas: ambos son necesarios. Por un lado hay que participar en el servicio espiritual, y por otro hay que participar en los asuntos prácticos. Esteban y algunos más estaban en el servicio de atender las mesas: éste es el servicio de los diáconos, el trabajo de los levitas. Cuando los discípulos distribuyeron los panes y recogieron doce cestas, y en otra ocasión siete cestas de fragmentos, ellos hacían el trabajo de los diáconos. La responsabilidad que tenía Judas de llevar la bolsa de dinero era especialmente asunto de los diáconos. El Señor Jesús en el pozo de Sicar envió a Sus discípulos a que compraran alimento: éste también fue trabajo de los diáconos. Estas cosas también ocupan una gran parte del trabajo cristiano, y esta clase de servicio es lo que cada uno de los que están en la iglesia debe aprender adecuadamente ante Dios.

Ayudando en las faenas de la casa

Aquí yo creo que puedo dar una sugerencia. Hermanos y hermanas, hagan el favor de tomar nota especial. Hay muchos hermanos y hermanas que tienen tiempo libre. También hay muchas hermanas que no tienen tiempo en casa: tienen que cocinar, cuidar de sus hijos, etc. ¿Por qué no permitimos que algunos hermanos en el servicio de los levitas se levanten para tomar alguna responsabilidad en este asunto, y tomamos las medidas necesarias para que alguien vaya a los hogares de los hermanos y de las hermanas para ayudarles? Los hermanos responsables pueden decirles que hay dos hermanas entre nosotros que les ayudarán a lavar la ropa dos horas cada semana. Este también es el trabajo de los levitas. En los Hechos, descuidaron a las viudas griegas en la administración diaria y hubo murmuraciones. Eso era la iglesia. Aunque esto no es algo espiritual, sino un asunto práctico, todavía se necesita hacer.

Doce asuntos prácticos

Hay muchos asuntos prácticos en el servicio de la iglesia que podemos considerar ante el Señor: 1) El trabajo de limpieza. 2) Los arreglos y el trabajo de acomodador en el lugar de reunión. 3) La necesidad de que un grupo de hermanos y hermanas se encargue del partimiento del pan y de lo relacionado a bautismo. Algunos necesitan ser responsables del pan y de la copa para la Mesa del Señor. El bautismo también requiere que algunos estén encargados de sumergir a otros y de sacarlos, del cambio de ropas, etc., para los que van a ser bautizados. Todos ellos necesitan que se les entrene. 4) El cuidado de los que son pobres entre nosotros. 5) El dar a los pobres entre los incrédulos. En caso de calamidades, inundación o incendio, la iglesia debe acordarse de ellos. 6) El recibir o el enviar a los hermanos que vienen o que se van. 7) La contabilidad. 8) La responsabilidad de la hospitalidad. 9) Los que sirven en la oficina. 10) Los que están a cargo del transporte. En lugares donde el automóvil o el transporte público se usa, es necesario que algunos se ocupen de este asunto. 11) Algunos deben ocuparse de la correspondencia y de las cartas que llegan y salen. 12) Hasta este punto aún no tenemos nada que la mayoría de los hermanos y las hermanas hagan. Por lo tanto, creo que quizás ellos pueden ser utilizados en el cuidado de los hermanos y de las hermanas pobres, haciendo sus que haceres domésticos incluyendo la lavandería, la costura, etc.

Siempre espero que cada uno de los hermanos y hermanas lleven una carga en los asuntos prácticos. Ustedes nunca deben permitir que algunos sean activos y otros no. El servicio de la iglesia siempre es para todos. Si entre nosotros hay algunos hermanos y hermanas que tienen tiempo, es bueno que ellos ayuden a otros hermanos y hermanas en sus quehaceres domésticos. Cada semana se puede ir a la casa de algún hermano o hermana y hacer diversas cosas para ellos. Dejen que especialmente aquellas hermanas quienes son amas de casa con dinero y buena posición vayan a la casa de un hermano o hermana para hacer algún trabajo de lavado y costura; eso sería bueno. Estas no deben tener a personas trabajando para ellas mismas mientras que ellas mismas no hacen nada. Si ellas estuviesen dispuestas a ir a las casas de hermanos y hermanas pobres y hacer algún trabajo con sus propias manos, entonces sí parecerán cristianas.

Todas estas cosas están relacionadas con el lado práctico del servicio de la iglesia. Debemos entender claramente ante Dios respecto a este principio: todos los hermanos y hermanas deben participar en el servicio espiritual; y todos los hermanos y hermanas deben también participar en el servicio práctico. Ya sea mucho o poco, siempre esperen que todos trabajarán, y que lo harán con todas sus fuerzas. Si este asunto puede ser arreglado adecuadamente, hará que la iglesia vaya adelante paso a paso en el servicio. Hermanos, permítanme decirles otra vez: ustedes mismos deben ver que su responsabilidad es muy grande, y que deben estar muy ocupados; tienen que trabajar hasta tal punto que hayan llevado a todos los hermanos y hermanas a esa etapa. Cuando todos los hermanos y hermanas vengan y sirvan juntos, la iglesia local tendrá su fundamento. Cuando otros vean esto, sabrán que hay una iglesia entre nosotros. Cada uno de nosotros trabaja, cada uno participa en los asuntos prácticos y cada uno participa en las cosas espirituales.

(Pláticas adicionales sobre la vida de iglesia, capítulo 5, por Watchman Nee)