UNA MONTAÑA DE ESCOMBROS
La razón por la cual usted no se atreve a declarar su posición quizás se deba a que usted mismo no se ha sometido a la autoridad de Cristo. Tal vez sea salvo y esté en la iglesia, pero todavía no toma a Cristo por cabeza. Es posible que aún se halle en la montaña de escombros del universo, es decir, en el desplome universal provocado por la rebelión. Debido a las dos rebeliones, la de los ángeles y la de los hombres, todo el universo está en estado de desplome. A los ojos de Dios no existe orden en la tierra; lo que hay es una montaña de escombros provocada por un desplome universal. Supongamos que un edificio grande se derrumba repentinamente y se convierte en una montaña de escombros. En este montón unas cosas están sobre otras. Del mismo modo, en el desplome provocado por la rebelión, ciertas personas, tales como el presidente o los jefes de estado, están por encima de otras. En el desplome, el presidente de los Estados Unidos, por supuesto, ocupa una posición más alta que nosotros. Con todo, todos los líderes mundiales permanecen en este estado de derrumbamiento.
Puedo testificar que por la gracia del Señor yo ya no estoy entre los escombros; ya fui rescatado. Ser rescatado de los escombros equivale a ser sometido a la autoridad de Cristo la Cabeza. ¡Aleluya, estoy bajo Su autoridad! Por haberme sometido a la Cabeza, he sido sacado de la montaña de escombros provocada por el desplome universal. Por tanto, ahora ocupo una posición superior a los que todavía están ahí. ¿Se ha sometido usted a la autoridad de Cristo la Cabeza? ¿Ha sido rescatado de los escombros de la rebelión? Todos necesitamos ser liberados de la montaña de escombros y tomar a Cristo por Cabeza.
Todo el universo es una montaña de escombros provocada por la rebelión. Dios creó el universo en perfecto orden, pero un arcángel, el cual era la cabeza durante la edad antes de la de Adán, se rebeló y vino a ser Satanás (véase Isaías 14). La rebelión de Satanás provocó el primer desplome en el universal. En Génesis 1, Dios intervino para restaurar la creación que había sido arruinada a raíz de dicha rebelión. En realidad, el capítulo uno de Génesis no es principalmente una crónica de la creación, sino de la restauración. En el universo restaurado, Dios creó al hombre y lo puso por cabeza de la creación. Pero este hombre, Adán, cayó. Esta fue la segunda rebelión, la cual provocó un segundo desplome. Como resultado de estas dos rebeliones, todo el universo se convirtió en una montaña de escombros. Como dije anteriormente, en este montón, aunque algunas personas están por encima de otras, todas están en un estado de desplome.
(Estudio-vida de Efesios, capítulo 8, por Witness Lee)