DOS ASPECTOS DE LA VIDA DE ISAAC
Hay dos cosas en la vida de Isaac a las que debemos prestar atención. La primera es su relación con Abraham, y la segunda es su relación con Dios.
La relación de Isaac con Abraham
Génesis 24:36 dice: “Y Sara, mujer de mi amo, dio a luz en su vejez un hijo a mi señor, quien le ha dado a él todo cuanto tiene”. Este hijo es Isaac, que significa que nosotros mismos no hacemos nada ni buscamos nada. Isaac disfruta todo lo que recibe de Abraham. Todo proviene del padre, “quien le ha dado a él todo cuanto tiene”.
Leamos 25:5 de nuevo: “Y Abraham dio todo cuanto tenía a Isaac”. Isaac no adquirió nada por sus propios esfuerzos. Su prosperidad no dependía de él, pues le vino de Dios. La Biblia nos muestra que Isaac se caracteriza por heredar, pues todo lo que tenía se lo legó su padre. El no tuvo que hacer nada. Su padre vino a Canaán, y él nació allí. No tuvo que preocuparse por nada.
La relación de Isaac con Dios
La relación que tuvo Isaac con Abraham se caracterizó por su recepción de todo lo de Abraham. ¿Cuál fue su relación con Dios? Génesis 26:2-3 dice: “Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras”. Si nos detenemos aquí, pensaríamos que Dios había establecido una relación directa con Isaac y que había hecho un pacto con él. Pero Dios añade explícitamente: “Y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre”. Dios no bendijo a Isaac por causa de él mismo, sino por causa de Abraham. El juramento de Dios había sido hecho al padre de Isaac. Ahora Dios bendecía a Isaac en confirmación de aquel pacto. El versículo 4 dice: “Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente”. Dios había dicho esto mismo a Abraham (22:17-18). No le dio a Isaac nada nuevo, salvo lo que ya le había dado a Abraham. ¿Cómo podían ser bendecidas todas las naciones de la tierra? Génesis 26:5 dice: “Por cuanto oyó Abraham...” No fue por causa de Isaac sino por causa de Abraham. Dios mismo dice que El es primero el Dios de Abraham, y luego el Dios de Isaac. Génesis 26:24 dice: “Y se le apareció Jehová aquella noche, y le dijo: Yo soy el Dios de Abraham”. Esta es la relación entre Dios e Isaac. Y Dios añade: “No temas, porque yo estoy contigo, y te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia por amor de Abraham mi siervo”. La palabra de Dios nos muestra claramente que la relación que Dios tenía con Isaac se basaba en la relación que tenía con Abraham. Dios bendijo a Isaac por ser hijo de Abraham.
(Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, El, capítulo 7, por Watchman Nee)