Revelación crucial de la vida hallada en las Escrituras, La, por Witness Lee

EL ESPIRITU QUE RENUEVA

Tito 3:5 se refiere a la renovación del Espíritu Santo. La transformación y la renovación están estrechamente relacionadas la una con la otra (Ro. 12:2). Cuanto más transformación ganamos, más renovados somos. Cuanto más renovación ganamos, más transformados somos. Hemos dicho que la transformación no es un simple cambio externo, sino un cambio interno de vida, un cambio metabólico. La transformación es un cambio muy subjetivo que tiene lugar en nuestro interior mediante la vida. La renovación efectuada por el Espíritu tampoco es una renovación exterior sino interior, la cual es cumplida por la vida. La vida divina impartida en nosotros nos renueva.

Todo lo relacionado con nuestro ser natural es viejo. En Efesios 4 vemos que debemos despojarnos del viejo hombre, ser renovados en el espíritu de nuestra mente, y vestirnos del nuevo hombre (vs. 22-24). Por muy joven que sea uno, su mismo ser, o sea el hombre creado y luego caído, es viejo. El viejo hombre es el hombre de la vieja creación, la cual está en Adán. Incluso un niño recién nacido tiene un viejo hombre que necesita ser renovado. Nuestra mente es vieja, nuestra naturaleza es vieja y nuestra vida también.

Adán se envejeció inmediatamente después de la caída. El viejo hombre es de Adán, creado por Dios, pero caído por el pecado. Debido a la vejez que heredamos de Adán, necesitamos ser renovados con todo lo que Dios es. Todo lo que Dios es y todo lo que tiene es nuevo. Todo lo que nosotros somos y todo lo que tenemos es viejo. Dios es muy antiguo porque es infinito, pero nunca está viejo. El es antiguo pero siempre nuevo. Puesto que somos muy viejos, necesitamos ser renovados por nuestro Dios, Aquel que siempre es nuevo.

Ser renovados significa ser reemplazados. Nuestra mente tiene que ser reemplazada por la mente de Cristo, nuestra naturaleza, por Su naturaleza, y nuestra vida, por Su vida. Todo lo que tenemos es viejo. Todo lo que es Cristo es nuevo. Cuando Cristo viene para reemplazar todo lo que tenemos y todo lo que somos, nos renueva. Necesitamos ser renovados, mediante la vida, con todo lo que Cristo es. Un dentista puede reemplazar los dientes de alguien con postizos, pero esto no constituye la renovación de sus dientes, porque no han sido reemplazados por la vida. El Espíritu de vida nos renueva mediante la vida con todo lo que Cristo es.

(Revelación crucial de la vida hallada en las Escrituras, La, capítulo 13, por Witness Lee)