EL PRODUCTO DE LA TIERRA
Finalmente, los hijos de Israel entraron en la buena tierra para disfrutar los productos de ella. El cordero, el maná y los productos de la tierra tipifican a Cristo. Cristo es nuestro cordero, nuestro maná y nuestra tierra. Como la tierra, Cristo es plenamente rico. Esta tierra es “una tierra de trigo y cebada, de vides, higueras y granados; tierra de olivos, de aceite y de miel; tierra en la cual no comerás el pan con escasez, ni te faltará nada en ella” (Dt. 8:8-9). Todos los productos de la buena tierra son Cristo mismo, quien se nos da para nuestro disfrute. Josué 5:10-12 dice: “Y los hijos de Israel acamparon en Gilgal, y celebraron la pascua a los catorce días del mes, por la tarde, en los llanos de Jericó. Al otro día de la pascua comieron del fruto de la tierra, los panes sin levadura, y en el mismo día espigas nuevas tostadas. Y el maná cesó al día siguiente, desde que comenzaron a comer del fruto de la tierra; y los hijos de Israel nunca más tuvieron maná, sino que comieron de los frutos de la tierra de Canaán aquel año”. En este breve pasaje de la palabra, Josué menciona tres cosas. Menciona el cordero pascual, el maná y los productos de la tierra. Estas son Cristo como nuestro alimento que nos da vida. Damos gracias al Señor por el cordero, el maná y la tierra con todos sus productos.
(
Revelación crucial de la vida hallada en las Escrituras, La, capítulo 3, por Witness Lee)