EXPERIMENTAR LA CRUZ DE CRISTO
AL TENER CONTACTO CON EL SEÑOR
Y SER LLENOS DE ÉL
En la economía neotestamentaria de Dios, Cristo llevó a cabo la encarnación para ser Emanuel. Él también cumplió la crucifixión para darnos fin y la resurrección para hacernos germinar. En resurrección Él llegó a ser el Espíritu vivificante. Hoy en día debemos experimentarlo como Emanuel mediante el Espíritu vivificante al hacer morir todo lo relacionado con nosotros. Esto es experimentar la cruz de una manera fina.
Habiendo recibido esta visión de la experiencia de la cruz, podemos darnos cuenta de que entre nosotros la vida de iglesia todavía carece de mucho. Nadie puede hacer esto por sí solo. Por esto es que debemos contactar al Señor y tener comunión con Él, al ser avivados cada mañana en nuestro espíritu. Debemos tocar al Señor y ser llenos de Él. Entonces en nuestra experiencia Él mismo, como Emanuel y como el Espíritu vivificante, será para nosotros la realidad de la cruz y de la resurrección. El Espíritu llegará a ser nuestra experiencia de la cruz y de la resurrección. En realidad, en nuestra experiencia no hay distancia entre la cruz y el Espíritu. La cruz va con el Espíritu, y el Espíritu lleva la cruz. Recibir el Espíritu culmina en la cruz. No obstante, para experimentar esto, debemos ser personas que en resurrección tienen contacto con el Señor todo el tiempo.
(
Dios Triuno es vida para el hombre tripartito, El, capítulo 11, por Witness Lee)