LA COMUNIÓN DE LOS DOS ESPÍRITUS
En este mensaje queremos ver en qué manera está relacionada la cruz con la comunión divina, es decir, con la comunión de los dos espíritus. La comunión divina es una capacidad propia de la vida divina. Esta comunión tiene dos aspectos: el vertical, que se da entre nosotros y el Dios Triuno por medio del Espíritu Santo; y el horizontal, que se da entre nosotros, los creyentes, por medio del espíritu humano.
El versículo de 2 Corintios 13:14 es uno que nos muestra el aspecto vertical de la comunión divina realizada por el Espíritu. Este versículo habla de la gracia de Cristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo. En este versículo se hace referencia al Dios Triuno: a Cristo, al Padre y al Espíritu Santo. Además, se habla de tres cosas: la gracia, el amor y la comunión. Tal como el Espíritu es la consumación de la Trinidad Divina, la comunión es la consumación del amor y de la gracia. El amor es la fuente, la gracia es el curso y la comunión es la aplicación. La aplicación es la consumación del fluir de la Trinidad Divina.
En la Trinidad Divina, el Padre es la fuente, el Hijo es el curso y el Espíritu es la aplicación de lo que el Dios Triuno es para nosotros. Esta aplicación es la consumación. Si tenemos al Espíritu, tenemos al Hijo y al Padre, porque el Padre está corporificado en el Hijo, y el Hijo es hecho real como el Espíritu. De esta manera, el Espíritu es la consumación del Dios Triuno. Con este Espíritu existe la capacidad particular de la comunión divina. La comunión del Espíritu Santo es el aspecto vertical de la comunión divina.
Filipenses 2:1 habla del aspecto horizontal de la comunión divina, la “comunión de espíritu”. Esto se refiere al espíritu humano de los creyentes el cual ha sido regenerado. El Espíritu divino regeneró nuestro espíritu humano con la vida divina (Jn. 3:6b), y ahora nuestro espíritu humano está mezclado con el Espíritu divino (Ro. 8:16; 1 Co. 6:17). El Espíritu divino tiene como función la comunión vertical, y el espíritu humano, la comunión horizontal. Estos dos aspectos de la comunión divina son inseparables. Si tenemos el aspecto vertical con Dios, esto nos llevará al aspecto horizontal con los demás creyentes. Si estamos en el aspecto horizontal de la comunión divina, también estamos en el aspecto vertical. Estos dos aspectos de la comunión divina están entretejidos.
(Dios Triuno es vida para el hombre tripartito, El, capítulo 19, por Witness Lee)