VIVIR Y ANDAR EN UN SOLO ESPÍRITU
El Dios Triuno es el Espíritu que vive en nuestro espíritu hoy, y nosotros somos un solo espíritu con Él. Por tanto, debemos vivir y andar por el Espíritu que está en nuestro espíritu. Aunque este asunto es bastante misterioso, es muy sencillo; es tan sencillo que incluso un estudiante de escuela primaria lo puede entender. Por tanto, nuestro problema no tiene que ver con oír y entender este asunto, sino con que no estamos atentos a este asunto ni lo practicamos. Esto es un velo grueso para nosotros.
Hemos sido velados por los pensamientos acerca de cómo llevar a cabo las cosas que hemos oído. Yo no tengo un método para poner esto en práctica porque la Biblia no nos da métodos. Un bebé sabe cómo llorar y respirar tan pronto como nace. No es necesario que un doctor, una enfermera o la madre le presenten un método al bebé, diciendo: “Tienes dos labios, una garganta y pulmones. Debes aprender a respirar y llorar”. Siempre y cuando el bebé esté vivo, él respirará y llorará; no hay necesidad de instrucción alguna.
Puesto que hemos oído muchos mensajes acerca de este misterio, sencillamente deberíamos vivir en el espíritu. Sin embargo, según lo que he observado, nosotros todavía vivimos conforme a nuestros hábitos naturales. En nuestro diario vivir no estamos acostumbrados a vivir en el espíritu, ni estamos acostumbrados a vivir siendo un solo espíritu con el Señor. El Señor no está meramente fuera de nosotros en los cielos; Él está en nosotros para que podamos vivir por Él. Puesto que confesamos que el Señor Jesús vive en nosotros, no debemos ignorarle en nuestro diario vivir. Incluso cuando alguien meramente nos visita, necesitamos pasar tiempo con él y hablarle. Muchas veces las esposas buscan el divorcio porque sus esposos están fuera del hogar por largos periodos de tiempo o porque sus esposos las ignoran incluso cuando están en la casa. Esto es muy difícil para una esposa. El mejor esposo trabaja ocho horas al día para sostener a su familia y luego va inmediatamente a la casa para estar con su esposa. Tal esposo vive por su esposa. Por otra parte, si una esposa no está mucho tiempo en el hogar o ignora a su esposo al ocuparse sólo de su propia vida, entonces el esposo tendrá remordimientos. La mejor esposa acompaña a su esposo y toma cuidado de sus necesidades. Por ejemplo, cuando su esposo está a punto de salir para el trabajo, ella prepara un almuerzo y camina con él hasta la puerta. Ella también lo saluda cuando él llega a casa. Tal pareja no tendrá pensamientos de divorcio, pues el esposo y la esposa son uno solo en su vivir y andan juntos.
Hemos dado muchos mensajes acerca de este misterio; no podemos decir que no lo hemos oído ni visto. Hemos oído los mensajes, pero no les hemos hecho caso. Todavía nos centramos en nuestras propias cosas. Ésta es nuestra condición. Muchos de los que llevan la delantera en las iglesias de los Estados Unidos eran estudiantes de seminario, pastores y predicadores que salieron del cristianismo. Ellos tocaron muchas denominaciones y sectas antes que comenzaran a reunirse con nosotros. Ellos no dieron el giro fácilmente, pero en cuanto hicieron este giro, lo hicieron absolutamente. Ellos soltaron sus viejas maneras de proceder, abandonándolas completamente. Antes de seguir este camino, algunos tuvieron que consultar con sus familias, pero hicieron esto conforme a la gracia del Señor. Algunos tenían una esposa que no estaba de acuerdo o que estaba reacia a seguirles. No obstante, los hermanos tenían paz en su interior y estaban determinados a seguir este camino. Ahora sus esposas saben que éste es el camino correcto y ellas han hecho este giro interiormente de manera plena. Estas parejas ya no quieren nada del pasado; ellas siguen de manera absoluta. Cuando un mensaje es liberado, ellos lo ponen en práctica de inmediato, y vemos fruto rápidamente.
(Visión central necesaria para servir a la iglesia, La, capítulo 5, por Witness Lee)