A. A JUAN EL BAUTISTA:
LO LLENA EN EL ASPECTO ECONÓMICO
PARA DARLE PODER
La venida del Espíritu Santo a Juan el Bautista fue la primera instancia en la que el Espíritu vino al pueblo de Dios en el Nuevo Testamento. Refiriéndose a Juan el Bautista, Lucas 1:15 dice: “Será grande ante el Señor. No beberá jamás ni vino ni licor, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre”. Lo dicho aquí que no bebería vino ni licor indica que Juan sería un nazareo (Nm. 6:1-4). En lugar de ser alguien que beba vino, él sería lleno del Espíritu Santo. El Espíritu Santo reemplaza al vino (Ef. 5:18).
El Espíritu vino a Juan el Bautista llenándolo en el aspecto económico. La palabra griega para “lleno” en Lucas 1:15 es plétho, que significa llenar exteriormente. Esto indica que Juan fue lleno del Espíritu exteriormente como poder para ejercer el ministerio. Debido a que Juan el Bautista fue lleno del Espíritu Santo en el aspecto económico para recibir poder, él pudo ministrar de tal modo que separase al pueblo para Dios y lo llevase de regreso a Dios mismo. La preparación del camino para la venida de Cristo requería que Juan el Bautista, Su precursor, fuese lleno del Espíritu Santo aun desde el vientre de su madre, con el fin de que pudiese separar al pueblo para Dios de todo lo que no fuese Dios mismo, haciéndolos santos para Él con miras a Su propósito.
Juan el Bautista fue la primera persona en el Nuevo Testamento que fue llena del Espíritu Santo. Debido a que fue lleno del Espíritu Santo en el aspecto económico para recibir poder, él pudo cumplir lo dicho acerca de él en Lucas 1:16 y 17: “Hará que muchos de los hijos de Israel se vuelvan al Señor Dios de ellos. E irá delante de Él en el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y los desobedientes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto”. Esto daba cumplimiento a Malaquías 4:5, el cual profetizaba que Elías vendría. Se dijo de Juan el Bautista que iría delante del Señor en el espíritu y el poder de Elías. Por tanto, en cierto sentido, Juan puede ser considerado como “Elías, el que había de venir” (Mt. 11:14).
(Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 079-098), capítulo 6, por Witness Lee)