Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 079-098), por Witness Lee

A. UNA PALOMA

Mateo 3:16 dice: “Vio al Espíritu de Dios descender como paloma y venir sobre Él”. Aquí la paloma simboliza al Espíritu que, en el aspecto económico, vino sobre el Señor Jesús para Su ministerio. Una paloma es dócil, y sus ojos sólo pueden ver una cosa a la vez; por tanto, una paloma representa docilidad y pureza en visión y propósito. Por haber descendido el Espíritu de Dios como paloma sobre el Señor Jesús, Él pudo ministrar con docilidad y con un solo propósito, centrándose únicamente en la voluntad de Dios.

Juan 1:32 también habla de una paloma como símbolo del Espíritu: “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre Él”. Al recomendar a Cristo, Juan el Bautista no solamente lo presentó como Cordero de Dios (v. 29), sino también como Cordero con la paloma. El Cordero quita el pecado del hombre, y la paloma trae a Dios como vida al hombre. El Cordero efectúa la redención, es decir, redime al hombre caído llevándolo de regreso a Dios, y la paloma da vida, unge al hombre con lo que Dios es, introduciendo a Dios en el hombre y al hombre en Dios, y une en Dios a los creyentes. El Cordero y la paloma son necesarios para que el hombre participe de Dios. La paloma es un símbolo del Espíritu Santo, cuya obra consiste en traer a Dios al hombre y hacer que Dios se una al hombre. Por un lado, el Cordero resuelve el problema del pecado del hombre; por otro, la paloma trae a Dios al hombre. El Cordero separa al hombre del pecado, y la paloma une Dios al hombre.

La paloma en Juan 1:32 representa al Espíritu Santo que vivifica, regenera, unge, transforma, une y edifica. La paloma es para impartir vida, no poder. Una paloma no tiene poder, pero está llena de vida y perspicacia, como lo indican los ojos. La Biblia manifiesta aprecio por los ojos de paloma, pues los ojos son la parte más hermosa de una paloma. En El Cantar de los Cantares, el Señor alaba a aquella que le busca por poseer ojos de paloma (1:15). Por tanto, la paloma no es un símbolo de poder, sino que, por ser preciosa, pequeña y llena de vida, la paloma es un símbolo de vida.

(Conclusión del Nuevo Testamento, La (Mensajes 079-098), capítulo 3, por Witness Lee)