Servir en el espíritu humano, por Witness Lee

EL CAMINO DE ORACIÓN PARA NUESTRO SERVICIO

El camino de oración del Señor no es solamente para cuando nos mudemos a otras ciudades a fin de extender el recobro del Señor, sino que también es la manera de cuidar de todos los asuntos como la limpieza del salón de reunión y el arreglo de las sillas para la reunión. Para hacer estas cosas prácticas y cotidianas, necesitamos mucha oración. Sería muy bueno ver que muchos santos sirvan en la iglesia sin ningún tipo de arreglo y sin ser asignados, sino que todos sirven por medio de oración. Que maravilloso sería que todo el servicio se llevara a cabo por medio de oración.

Para servir por medio de oración, es necesario que sirvamos en nuestro espíritu humano. Éste es el asunto más importante. La oración es una actividad totalmente relacionada con el espíritu humano. Tal como la vista depende de los ojos, el oír de las orejas y el caminar de los pies, la oración depende totalmente del espíritu. Servir por medio de la oración significa servir por medio del uso de nuestro espíritu humano. La manera de usar nuestro espíritu humano, de ejercitar nuestro espíritu, es orar. Por tanto, decir que servimos por medio de oración equivale a decir que servimos en el espíritu.

Esperamos que cada miembro sea un miembro que ejerza su función, pero no nos gusta ver que ejerzan su función debido a que fueron asignados por los que llevan la delantera. La manera única de reunirnos y servir es por medio de la oración. Tenemos una gran necesidad de orar cuando servimos juntos. Cuando venimos para arreglar las sillas para la reunión, cada uno de nosotros tiene que venir con mucha oración. Entonces, antes de empezar a arreglar las sillas, necesitamos orar juntos: orar mucho por el arreglo, orar por la manera en que los santos se van a sentar, orar por nuestro servicio, orar por todo lo que vayamos a hacer en el servicio de la iglesia. Existe una gran diferencia entre el servicio que está lleno de oración y el servicio que se lleva a cabo sin oración. Estas dos clases de servicio son totalmente distintas: la primera es un servicio lleno de oración, incluso con mucha oración que se derrama sobre el servicio; y la segunda, es un servicio que sólo consiste en hacer muchas cosas. Existe una gran diferencia entre las dos.

Igualmente, hay una gran diferencia si visitamos a los santos o a los incrédulos llenos de oración o los visitamos con muy poca oración. Sin la oración, el servicio será pobre. Las riquezas, incluso el poder que enriquece el servicio, provienen de mucha oración. Necesitamos apetito por la oración. No sólo tenemos que orar de forma individual, sino que debemos venir para orar juntos. No debemos intentar iniciar nada, comenzar nada, ni hacer nada sin la oración adecuada. Necesitamos aprender a orar adecuadamente.

(Servir en el espíritu humano, capítulo 5, por Witness Lee)