EL SENTIDO PRÁCTICO DEL CUERPO
Después de ver la visión del Cuerpo, se preguntarán espontáneamente: “¿Dónde está el Cuerpo?”. Existen muchas organizaciones cristianas y muchos grupos cristianos, pero ¿dónde está el Cuerpo? Muchos cristianos están vagando porque no han visto el Cuerpo. Quizás hablen acerca de la vida del Cuerpo, pero no han visto el Cuerpo. Una vez que hayan visto el Cuerpo, se preguntarán: “¿Dónde está el Cuerpo?”.
El terreno de la iglesia
La pregunta acerca de dónde está el Cuerpo está relacionada con el asunto del terreno de la iglesia. El hermano Watchman Nee en Pláticas adicionales sobre la vida de iglesia aborda el asunto del terreno de la iglesia en detalle. Les recomiendo enfáticamente que lean y vuelvan a leer este libro hasta que entiendan claramente el asunto del terreno de la iglesia. Entonces sabrán dónde encontrar el Cuerpo. El asunto del terreno de la iglesia es algo muy serio: es un asunto de vida o muerte, y no sólo un asunto de doctrina. Incluso les animo a que lean Pláticas adicionales una y otra vez a fin de que por medio del libro y por medio de estos mensajes puedan ser introducidos a la visión celestial en cuanto al Cuerpo y al lugar donde pueden encontrar al Cuerpo.
Nuestro cuerpo es presentado,
nuestra alma es transformada,
nuestro espíritu es ferviente
Supongamos que hemos visto el Cuerpo, que hemos encontrado el Cuerpo y que estamos en la realidad del Cuerpo. En este momento, necesitamos Romanos 12. Este capítulo fue escrito con el propósito de indicarnos lo que debemos hacer. Los dos primeros versículos de Romanos 12 dicen: “Así que, hermanos, os exhorto por las compasiones de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro servicio racional. No os amoldéis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la voluntad de Dios: lo bueno, lo agradable y lo perfecto”. Primero necesitamos presentar nuestro cuerpo. Después necesitamos que nuestra alma sea transformada por medio de la renovación de nuestra mente. Finalmente necesitamos que nuestro espíritu arda y esté ferviente todo el tiempo (v. 11). El cuerpo necesita ser presentado, el alma ser transformada y el espíritu debe arder y estar ferviente, ardiendo todo el tiempo. Quizás ya haya presentado su cuerpo, pero puede carecer de la transformación de su alma por medio de la renovación de la mente. Además necesita ser ferviente en espíritu. Pero aún se requiere de algo más.
(Servir en el espíritu humano, capítulo 1, por Witness Lee)