Servir en el espíritu humano, por Witness Lee

VIDA Y SERVICIO

En este capítulo, estamos abordando el aspecto práctico de la vida cristiana, a saber, el servicio. Nosotros los cristianos siempre estamos relacionados con dos aspectos. El primer aspecto trata de la vida cristiana, un asunto de vida, y el segundo aspecto trata del servicio cristiano, un asunto de servicio. Como hijos del Señor que somos, por una parte necesitamos llevar una vida apropiada, una vida espiritual, y por otra necesitamos un servicio apropiado, un servicio espiritual.

En Mateo 25 el Señor habló con dos parábolas, la parábola de las diez vírgenes, que tiene que ver con la vida cristiana, y la parábola de los talentos, la cual se relaciona con nuestro servicio. En cuanto a nuestra vida, debemos ser vírgenes con el testimonio de luz en la mano mientras dejamos este mundo para salir a encontrarnos con nuestro Novio. Ésta es nuestra vida, el aspecto de vida. Necesitamos el aceite y necesitamos el testimonio de luz. Necesitamos salir de este mundo, esperar la venida del Señor y salir a Su encuentro cuando Él venga. En esto consiste la vida cristiana.

Inmediatamente después de esta parábola, el Señor nos habló con la parábola de los talentos, la cual tiene que ver con nuestro servicio. Debemos usar el talento, el don que el Señor nos ha dado, para negociar y obtener una ganancia para el Señor. Los hijos del Señor siempre están relacionados con estos dos aspectos, la vida y el servicio. Debemos crecer en vida con el aceite, con la luz, y al dejar este mundo para salir a Su encuentro cuando Él venga. También debemos usar de una manera apropiada lo que el Señor nos ha dado como don, como talento.

En la Epístola a los Romanos, el apóstol Pablo cubre estos dos aspectos. En la mayor parte de este libro, el apóstol trata con el aspecto de la vida. Romanos nos describe la secuencia del andar cristiano, de la vida cristiana. En el principio, en los dos primeros capítulos y medio, se encuentra un pecador ante Dios. Después en los capítulos 3, 4, y la primera parte del capítulo 5, este pecador es justificado, perdonado, redimido, y salvado por medio de la redención de Cristo. Desde la segunda parte del capítulo 5 hasta el 8, esta persona redimida, justificada y perdonada anda en la vida nueva, en el Espíritu. Él se da cuenta que el viejo hombre ha muerto y que en el viejo hombre no hay nada bueno. El viejo hombre, la vieja naturaleza ha sido puesta en la cruz. Ahora el Espíritu Santo de Cristo, la corporificación de Cristo como nuestra vida, está viviendo dentro de nosotros. Debemos andar en pos de Él y andar en Él. De modo que esta misma persona que originalmente era un pecador es ahora un santo que anda en pos del Espíritu. Luego en el capítulo 12, muchos de los redimidos andan en el Espíritu y están concertados juntos en el Espíritu como un solo Cuerpo. Ellos son miembros de este Cuerpo único.

(Servir en el espíritu humano, capítulo 6, por Witness Lee)