RODEADO DE SERVIDORES
SIN TENER LA OBRA EN SUS MANOS
Cuando servimos al Señor al seguir el camino de la coordinación, la mejor prueba de nuestro servicio es verificar, después de algún tiempo, cuánto del servicio todavía queda en nuestras manos y cuántas personas más han sido introducidas en su parte del servicio. Si después de seis meses, todo el servicio está en sus manos y casi todas las personas se han ido, es decir usted es casi el único que queda, entonces está en una situación seria. Quizás haga las cosas mejor que los demás. Sin embargo, aunque haga las cosas mejor, la situación en la vida de iglesia se ha empeorado. Al haber mejorado el servicio por usted mismo, ha dañado la vida de iglesia.
Debe introducir a otras personas, y finalmente ni siquiera uno por ciento de la labor debe permanecer en sus manos. Todo debe estar en manos de otros, y finalmente quizás centenares de personas lleguen a servir con usted. Éste es el camino de la coordinación, la manera de introducir a las personas al servicio y de edificar la iglesia. Cuanto más sirve, menos está en sus manos. Cuanto más sirve, más grande es el número de los que sirven.
No debe pensar en la clase de trabajo que ha efectuado. Más bien, debe considerar qué porcentaje del servicio está en sus manos y el número que hay de los servidores. Existen verdaderas lecciones que uno debe aprender en cuanto a esto. La lección más importante es el quebrantamiento. Podemos hablar de ser quebrantados, pero la manera de ser quebrantados es servir al Señor con nuestros hermanos y hermanas al seguir el camino de la coordinación.
(Servir en el espíritu humano, capítulo 8, por Witness Lee)