JUNTAMENTE EDIFICADOS EN EL ESPÍRITU
Ver la iglesia es un asunto en el espíritu, y la edificación de la iglesia también es en el espíritu En Efesios 2:22 Pablo dice: “En quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el espíritu”. Mientras permanezcamos fuera del espíritu, estamos divididos y también somos divisivos. Mientras que no estamos en el espíritu, somos individualistas. No es nada difícil ser divisivo o individualista. Somos divisivos, individualistas y no estamos dispuestos a ser concertados simplemente al alejarnos de nuestro espíritu, simplemente al demorarnos en nuestra mente para considerar las cosas, o al permanecer en nuestra parte emotiva. Hay cosas que nos gustan y otras que no nos gustan, tenemos nuestros gustos y nuestras preferencias, nuestras opiniones acerca de los hermanos y hermanas, y preferimos quedarnos en casa que estar en las reuniones con los santos. Mientras permanezcamos alejados de nuestro espíritu, no veremos la necesidad de ser juntamente concertados, y sentiremos que es necesario que cada uno de nosotros sea distinto a los demás, cuide de su personalidad individual creada por Dios y se aferre a su propio prestigio. Es imposible que seamos concertados juntos mientras permanecemos fuera del espíritu con tales conceptos. Sin embargo, si nos volvemos al espíritu, inmediatamente veremos que necesitamos ser concertados, estaremos dispuestos a ser concertados e incluso clamaríamos al Señor pidiendo Su misericordia para que Él nos concierte.
Sin embargo, después de sólo unas horas de haber orado de tal manera, quizás regresemos a nuestro entendimiento, a nuestra mente, y a nuestra parte emotiva y pareciera que somos otra persona. En la vigilia matutina éramos una persona en el espíritu completamente a favor de la edificación mutua, pero después de cinco horas estamos fuera del espíritu y no hay edificación. Si vamos a ser juntamente edificados, necesitamos estar en nuestro espíritu.
(Servir en el espíritu humano, capítulo 3, por Witness Lee)