Estudio-vida de Hebreos, por Witness Lee

I. ÉL ES EL HIJO DE DIOS Y POSEE LA NATURALEZA DIVINA

¿Por qué el escritor de Hebreos usa las palabras misericordioso y fiel para describir a este Sumo Sacerdote? ¿Por qué no usa un solo término o más de dos? La respuesta es que en los primeros dos capítulos de este libro el escritor ha abordado principalmente dos asuntos: que Cristo es el Hijo de Dios, Dios mismo, y que Él es el Hijo del Hombre, un verdadero hombre. El calificativo “misericordioso” corresponde al hecho de que Él es un hombre, y el adjetivo “fiel” corresponde al hecho de que Él es Dios. Para ser fieles, no solamente requerimos virtud sino también capacidad. Suponga que yo le hago una promesa. Aunque mi virtud sea buena, tal vez no tenga la capacidad para cumplir lo prometido. Aunque deseo ardientemente ser fiel en cumplir mi promesa, no tengo la capacidad para hacerlo ya que carezco de los medios necesarios para cumplir mi palabra. Finalmente, no puedo ser fiel. Pero este Sumo Sacerdote no es solamente un hombre honesto, sino también es el Dios fiel. Dios es fiel (10:23). Él es capaz de cumplir todo lo que promete. Dios nunca miente (6:18). Él es capaz de cumplir lo que ha dicho. Él cuenta con todos los recursos necesarios para cumplir lo que ha dicho. Sólo Dios puede ser plenamente fiel. Ninguno de nosotros puede serlo. Muchas veces sinceramente he deseado cumplir mi palabra, pero me he encontrado imposibilitado de llevarla a cabo. No lo he podido hacer porque no soy el Dios todopoderoso. ¿Qué podría impedirle a Dios cumplir Su palabra? Absolutamente nada. Jesús puede ser un fiel Sumo Sacerdote porque Él es el Dios todopoderoso. Ya que Él como Hijo de Dios es Dios mismo, Él puede ser fiel. Es cierto que como hijos de Dios y hermanos del Primogénito somos tanto divinos como humanos, pero no somos omnipotentes. Somos humanos conforme a nuestra naturaleza humana y divinos conforme a Su naturaleza divina, pero no omnipotentes según Su Deidad. Ya que Él es el Dios todopoderoso, Él puede sernos fiel.

(Estudio-vida de Hebreos, capítulo 13, por Witness Lee)