VI. LA CASA DE DIOS ES LA PUERTA DEL CIELO
La iglesia como la casa de Dios, es decir, como la morada del Dios viviente en la tierra, es la puerta del cielo. Dondequiera que la casa de Dios esté, allí también está la escalera celestial, la cual es Cristo mismo. ¿Dónde está Cristo? Él está tanto en los cielos como en la tierra, en la iglesia. Por lo tanto, Él llega a ser la escalera en la iglesia que une la tierra con el cielo y trae el cielo a la tierra. Éste es el lugar donde debemos permanecer. Mientras estemos en la tierra, nosotros, los que Dios ha salvado, Sus muchos hijos, que somos los coherederos y compañeros de Cristo, debemos vivir y tener nuestro ser en la iglesia. Es aquí donde disfrutamos de un cielo despejado por Dios. Es aquí donde participamos de Cristo como nuestra escalera celestial. Es aquí donde recibimos todo tipo de servicio por parte de los ángeles que nos ministran y, sobre todo, es aquí donde expresamos a Dios en Su gloria.
(Estudio-vida de Hebreos, capítulo 5, por Witness Lee)