IV. EN LA GLORIFICACIÓN
A. Entró en la gloria
Después de Su resurrección, Cristo fue glorificado, no sólo al manifestar Su naturaleza divina, sino también al ascender a la gloria de Dios. En Su ascensión, Cristo como el Capitán de nuestra salvación ha entrado en la gloria en la cual está Dios. Puesto que el deseo de Dios es llevar muchos hijos a la gloria (2:10), Cristo fue el primero en entrar en esta gloria en Su condición de Pionero (6:20). Aquel Jesús que en la tierra fue menospreciado por el hombre, fue glorificado por Dios en los cielos. Ahora todos debemos verlo en gloria.
B. Fue coronado de gloria y de honra
Cristo no solamente entró en la gloria, sino que además fue coronado de gloria y de honra (2:9). La gloria es Su esplendor divino, y la honra es el valor inapreciable relacionado con la dignidad y el valor de Jesús, el cual está relacionado con Su posición. El hombre le puso una corona de espinas para avergonzarlo (Jn. 19:2), pero Dios lo coronó de gloria y de honra para glorificarlo. En la tierra lo vimos con una cruz y una corona de espinas, pero ahora lo vemos en el trono en los cielos coronado de gloria y de honra. Éste es el Jesús revelado en el libro de Hebreos.
(Estudio-vida de Hebreos, capítulo 8, por Witness Lee)