Estudio-vida de Hebreos, por Witness Lee

IX. EL REPOSO SABÁTICO EN DIVERSAS ERAS

A. Israel como el reposo sabático de Dios

Basándonos en este entendimiento del reposo sabático, podemos distinguir en la Biblia diferentes eras o periodos relacionados con el reposo. Primero, los hijos de Israel en la era del Antiguo Testamento, eran el reposo sabático de Dios. Los hijos de Israel expresaron y representaron a Dios sobre la tierra. Aunque en la Biblia encontramos muchos relatos negativos de los hijos de Israel, no obstante, ellos expresaron y representaron a Dios. No debemos solamente fijarnos en el aspecto negativo de la historia de los hijos de Israel, sino también en el aspecto positivo. Al comienzo de mi vida cristiana, casi todo lo que escuchaba de los hijos de Israel era negativo. Mensaje tras mensaje se nos advertía que no debíamos ser como Israel. Como resultado, la idea quedó grabada en mí de que el libro de Números era el peor libro de la Biblia. Años después, descubrí que Números era un libro muy glorioso. Aunque es cierto que este libro nos presenta un aspecto negativo, también nos muestra un aspecto positivo. Por ejemplo, ¿qué sucedió cuando Balaam fue contratado para maldecir a Israel? Dios, en Su soberanía, se hizo cargo de esa situación e hizo que de la boca de Balaam brotara bendición en lugar de maldición. Balaam dijo: “No ha notado iniquidad en Jacob ni ha visto perversidad en Israel” (Nm. 23:21), y añadió: “¡Cuán hermosas son tus tiendas, Jacob, y tus habitaciones, Israel!” (Nm. 24:5).

El Antiguo Testamento revela que Israel, el pueblo escogido de Dios, llegó a ser el reposo sabático de Dios. Israel tomó posesión de la buena tierra, y esa buena tierra llegó a ser la tierra de Emanuel (Is. 8:8). El nombre Emanuel significa “Dios con nosotros”. Por tanto, la tierra de Canaán fue llamada la tierra de Dios con el hombre, la tierra donde Dios podía estar con el hombre. Debido a que Dios tomó posesión de esa tierra por medio de los hijos de Israel, ellos se convirtieron en Su reposo sabático.

Finalmente, los hijos de Israel edificaron el templo para Dios y la gloria shekiná del Señor llenó dicho templo (1 R. 8:11). En esa ocasión, Dios no sólo descendió de los cielos, sino que Su gloria shekiná llenó el templo. Aquello fue aún más precioso que la creación de la tierra. Si Dios sólo hubiera creado la tierra, pero no hubiera sido capaz de poseerla y edificar en ella Su templo, Su morada, entonces, ¿de qué serviría la tierra? Fue sólo después de que el templo fue edificado que Dios pudo decir: “Ahora tengo una morada en la tierra”. La tierra que fue poseída por los hijos de Israel, no sólo llegó a ser la tierra de Emanuel, es decir, la tierra de Dios con el hombre, sino también el lugar donde fue edificada la morada de Dios. La expresión de Dios estaba allí en el templo, el cual vino a ser un símbolo de Israel como la morada de Dios en la tierra. Una vez que el templo fue edificado y lleno de la gloria de Dios, Dios pudo descansar. ¿No cree usted que los hijos de Israel también obtuvieron reposo? Sí, todos ellos pudieron reposar con Dios; éste fue un reposo sabático para ellos. Mientras todos ellos reposaban junto con Dios, ciertamente guardaban el sábado. Ésa fue la primera etapa del reposo sabático.

(Estudio-vida de Hebreos, capítulo 19, por Witness Lee)