EL LABRADOR Y LA VID
Creo que ahora ustedes ya estarán convencidos de que Juan no es tan sencillo. Este libro trata sobre la profunda economía de Dios. Dicha economía se expresa en estas sencillas palabras: Yo soy la vid, y Mi Padre es el labrador. En el universo Dios es un labrador, un agricultor. ¡La labranza es la economía de Dios! Así como la economía de un labrador consiste en labrar, en cultivar cosas, en eso mismo consiste la economía de Dios.
¿Qué quiere Dios cultivar? Él cultiva una vid, una vid que tiene muchos pámpanos. Cristo es esta vid; Cristo es la economía de Dios. Una vid difiere de un árbol en que prácticamente no tiene tronco. Si usted le cortara las ramas a una vid, prácticamente no quedaría nada, sólo la raíz. Cristo dijo: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos”. Esta vid, incluyendo los pámpanos, es la economía de Dios. Esto significa que Su economía nos incluye a nosotros, puesto que somos los pámpanos de esta vid. ¡Aleluya!
(Mensajes de vida, tomo 1 (#1-41), capítulo 3, por Witness Lee)