EL VALOR DE GUARDAR CIERTOS LEGALISMOS
Los animo a sumergirse en la Palabra y a orar todos los días de manera legalista. No teman seguir legalismos. Yo tengo muchos más legalismos de los que les he dado a ustedes. Por ejemplo, soy legalista con respecto a dejar mis zapatos en el mismo lugar todas las noches; también mantengo todos mis libros de mi biblioteca acomodados en cierto orden; y tomo una ducha con regularidad. Estos legalismos me ayudan a estar saludable y también a encontrar las cosas cuando las necesito.
La mayoría de aspectos de nuestra vida son gobernados por legalismos. ¿Acaso una madre prepara desayuno para su familia sólo cuando siente deseos de hacerlo? Cuando ustedes escriben, ¿hacen las letras como les place? Cuando hablan, ¿se inventan ustedes sus propias reglas gramaticales? No lograríamos hacer mucho si no fuéramos legalistas.
(Mensajes de vida, tomo 1 (#1-41), capítulo 11, por Witness Lee)