Puente y canal de Dios, El, por Witness Lee

Más extractos de este título...

EL SIGNIFICADO MÁS ELEVADO DE LA SALVACIÓN DEL HOMBRE

La verdadera salvación no consiste simplemente en que obtengamos un poco de paz, algunas bendiciones o algunos beneficios; ni siquiera consiste en que alcancemos cierto estado en el futuro. Ninguna de estas cosas es el significado más elevado de la salvación. El significado más elevado de la salvación es que nosotros lleguemos a ser la pareja de Dios, que pensemos del mismo modo que Él, que avancemos con Él y lleguemos a ser Sus colaboradores, incluso al grado en que lleguemos a ser Él y Él llegue a ser nosotros, es decir, hasta que Él entre en nosotros y nosotros vivamos en Él. De este modo, Él y nosotros, y nosotros y Él, llegamos a ser uno solo. Él seguirá siendo Dios, pero en ese momento habrá ganado al hombre; y nosotros seguiremos siendo humanos, pero habremos ganado a Dios. Así, viviremos delante de Él y en Él, y al mismo tiempo, Él habrá encontrado en nosotros un camino, un canal y un puente, por el cual pueda manifestarse en nuestro vivir.

Espero que podamos ver que cada uno de nosotros es el canal de Dios, el puente de Dios, el camino de Dios. Si ustedes y yo no simpatizamos con Dios y no nos levantamos para responder al llamado que Dios nos hace a que le sigamos, Dios no podrá hacer nada. Si en nosotros Dios encuentra una pared y no puede seguir Su camino, en ese momento nos habremos convertido en un obstáculo y en una limitación para Dios. Sin embargo, si cada uno de nosotros es ganado por Él, si respondemos a Él desde nuestro interior, como Su pareja que somos, si pensamos así como Él, actuamos con Él, somos Sus colaboradores y somos uno con Él, entonces, por medio de nosotros, Él podrá hacer lo que desea hacer y ganar lo que desea ganar. Si verdaderamente éste es el caso, la iglesia en Manila será sacudida, sucederán milagros, la gracia será derramada y fluirá una bendición tras otra.

Siempre y cuando alguien esté dispuesto a ser el canal de Dios, un canal que está conectado a los cielos, Dios podrá obtener un camino que está conectado a los cielos. Pero si, por el contrario, todos le cerramos la puerta a Dios, si lo ignoramos, si no respondemos a Él y si lo desechamos, Dios no podrá avanzar. Si escuchamos los mensajes, asistimos a las reuniones, oramos al Señor y leemos la Palabra, pero desechamos a Dios, ignoramos Su voz, rechazamos Sus exigencias y hacemos caso omiso a Sus palabras, Dios no podrá obtener un canal. Si permanecemos en nosotros mismos y no tenemos una relación con Dios, si pertenecemos a Él sólo de nombre, pero no en realidad, y si vivimos aparte de Él, nos convertiremos en un obstáculo y en una limitación para Dios. Entonces Dios no encontrará entre nosotros un camino por donde pueda pasar. Aunque seamos hijos de Dios, Él no podrá encontrar entre nosotros un canal.

Este principio permanece vigente hasta el día de hoy. El Señor dijo: “¿A quién enviaré y quién irá por nosotros?”. Es cierto, ¿quién está dispuesto a levantarse para responder al llamado del Señor y ponerse total y completamente en las manos del Señor, sin poner condiciones, sin reservas y sin expresar sus preferencias, sino deseando únicamente al Señor mismo y rechazando el mundo, un rango o posición y todo aquello que es natural y mundano? Si hay algunas personas así —incluso si sólo hay una—, Dios obtendrá un puente, un canal, un camino.

(Puente y canal de Dios, El, capítulo 6, por Witness Lee)