Estudio-vida de los Salmos, por Witness Lee

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IX. EN ALABAR A DIOS Y DARLE GRACIAS

El salmo 33 es una mezcla de las expresiones de los sentimientos del salmista al alabar a Dios y al darle gracias.

A. Anima a los justos a alabar a Dios y a darle gracias

El salmista anima a los justos a que alaben y a que le den gracias a Dios (vs. 1-5).

B. Alaba a Dios por restaurar los cielos y la tierra

En los versículos 6-9 el salmista alabó a Dios por restaurar los cielos y la tierra. El versículo 9 dice: “Porque El dijo, y fue hecho; El mandó, y existió”. Cuando Dios dijo: “Sea la luz”, fue la luz (Gn. 1:3). Cuando Dios ordenó, algo brotó y permaneció. Esto es bueno, pero necesitamos ver que la enseñanza de Pablo no gira en torno a la restauración del universo caótico, sino de la resurrección de Cristo de entre los muertos.

Nosotros estábamos muertos, pero un día el Señor nos dio vida y nos resucitó de entre los muertos (Ef. 2:1, 5-6). Hoy vivimos en resurrección. ¡Nosotros no somos personas restauradas sino personas resucitadas! Tal vez nos impresione la manera en que Dios restauró los cielos y la tierra, pero el Nuevo Testamento trata de la nueva creación, la cual está en resurrección. La oración de Pablo en Efesios 1 se refiere a la resurrección (v. 20). No importa por cuánta restauración pasen los cielos y la tierra, siguen siendo la vieja creación, pero nosotros somos la nueva creación. No somos meramente restaurados; somos resucitados. No hay nada en el Nuevo Testamento que nos pida que alabemos a Dios por haber restaurado los cielos y la tierra. Pero Pablo sí habló de su deseo de conocer a Cristo y el poder de Su resurrección (Fil. 3:10).

Deseo hacer notar una vez más que los Salmos nos muestran la inferioridad de la ley y la superioridad de Cristo. Es bueno alabar a Dios por haber restaurado los cielos y la tierra, pero esto no sería tan elevado como alabarle por la resurrección de Cristo. Cristo en Su resurrección nos resucitó de entre los muertos (Ef. 2:6). Esto es mucho más elevado que la restauración de los cielos y la tierra.

C. Alaba a Dios por la relación que tiene con los hijos de los hombres, los moradores de la tierra

En los versículos 10-15 el salmista alabó a Dios por la relación que tiene con los hijos de los hombres, los moradores de la tierra.

D. Alaba a Dios por Su liberación y preservación

El salmista alaba a Dios por Su liberación y preservación, las cuales son más firmes que las realizadas por un gran ejército, por un valiente con mucha fuerza, y por un caballo con su gran fuerza (vs. 16-19). El comparó el poder salvador de Dios y Su poder preservador, con un gran ejército, con un hombre valiente y con un caballo. Cuando yo era un cristiano joven, creía que esto era maravilloso, pero hoy no pienso igual. El Nuevo Testamento no compara a nuestro Dios con un caballo. Esto muestra una vez más que no debemos confiar en nuestro entendimiento natural cuando leemos los Salmos. Necesitamos cambiar nuestro concepto natural por el concepto divino.

E. Espera a Dios, quien es su ayuda y su escudo, confía en Su santo nombre, y pone su esperanza en El

En la conclusión del salmo 33, el salmista dijo que él esperaba en Dios, quien era su ayuda y su escudo, que confiaba en Su santo nombre, y que tenía en El su esperanza (vs. 20-22).

(Estudio-vida de los Salmos, capítulo 15, por Witness Lee)