Estudio-vida de los Salmos, por Witness Lee

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I. LOS SALMOS:

A. No es un libro de doctrinas ni de ningún tipo de enseñanza

El libro de los Salmos no es un libro de doctrinas ni de ningún tipo de enseñanza. Los Salmos fueron escritos en forma de alabanzas. Esas alabanzas no se compusieron por doctrina ni por entendimiento de enseñanzas.

B. Sino que es un libro que contiene las expresiones de las emociones, los sentimientos, las impresiones y las experiencias de hombres piadosos

El libro de los Salmos es un libro que contiene las expresiones de las emociones, los sentimientos, las impresiones y las experiencias de hombres piadosos. Este es el punto clave y crucial para entender los Salmos. Sin verlo y aplicarlo, no tenemos la manera de comprender el libro. Muchos cristianos han cometido el gran error de no ver este punto clave.

El libro de Salmos no es un libro de historias, sino un libro de revelación divina transmitida a través de las expresiones de las emociones, los sentimientos, las impresiones y las experiencias de algunos hombres piadosos con respecto a ocho cosas. Necesitamos ver estas ocho cosas; de otra manera, no podremos entender los Salmos. Estas son:

1) Dios y cómo es El al tratar con ellos.

2) La ley de Dios, la palabra santa que contiene la revelación divina.

3) La casa de Dios, el templo y el monte Sion sobre el cual estaba asentado el templo, centro de la habitación de Dios en la tierra.

4) La ciudad santa de Dios, Jerusalén, la protección que alberga la casa de Dios.

5) El pueblo santo de Dios, Israel, los elegidos y amados de Dios entre las naciones.

6) El amor de ellos a Dios, su comunión con El, las bendiciones que de El recibieron, los sufrimientos que experimentaron bajo los tratos de Dios, y su medio ambiente.

7) Su cautividad.

8) Su acción de gracias y su alabanza a Jehová su Dios, de quien ellos gustaron y a quien disfrutaron.

Los salmistas, como hombres piadosos, amaban la ley, amaban a Dios, amaban el templo, la ciudad santa y el pueblo santo, pero finalmente fueron exiliados y llevados cautivos. La ley, después de darse, termina en cautividad. Jeremías muestra el cautiverio y exilio lastimoso que experimentó el pueblo de Israel. Experimentaron cautiverio tras cautiverio, y exilio tras exilio. Muchos de ellos murieron a manos de los babilonios. Un remanente pequeño quedó atrás, pero éstos no quisieron aceptar la palabra de Dios de permanecer en su tierra santa. En lugar de eso, prefirieron ir a Egipto. Fueron allí como exiliados (Jer. 42:1—43:7).

La ley del Antiguo Testamento dada por Dios a través de Moisés dio por resultado la cautividad. La cautividad vino porque ellos no cumplieron el primer pacto. Debido a que el antiguo pacto fue un fracaso total, Jeremías dijo que Dios haría un nuevo pacto (31:31-34). A fines del tiempo de los primeros apóstoles, los creyentes neotestamentarios ya habían entrado en cautividad por haber permanecido en el antiguo pacto aunque habían sido puestos en el nuevo. La Iglesia Católica de hoy es una mezcla del Antiguo Testamento y el Nuevo. Sus ritos, formalidades e incluso las vestiduras de sus clérigos, son una mezcla del Antiguo Testamento con el Nuevo. El pentecostalismo de hoy también es una mezcla del Antiguo Testamento con el Nuevo. Estas son pruebas de que incluso los creyentes neotestamentarios han entrado en cautividad a consecuencia de guardar las prácticas del Antiguo Testamento junto con la ley. Con el tiempo, los salmistas se apartaron de su disfrute de la ley en la que se deleitaban para disfrutar a su Dios a quien amaban y buscaban.

(Estudio-vida de los Salmos, capítulo 1, por Witness Lee)