ES GUIADO A CONVERSAR CON DIOS ACERCA DE TODO
Hace aproximadamente cien años hubo un hombre espiritual en Inglaterra llamado George Müller, el cual fundó un orfanato. Él era alemán pero se hizo ciudadano inglés después que se fue a Inglaterra para predicar el evangelio. Su esposa era también británica. Cuando fue guiado por Dios para establecer un orfanato, él no realizó ninguna actividad para levantar fondos, sino que únicamente oró. Él era alguien que consultaba con Dios en todo. Podemos decir que él era alguien que buscaba a Dios en oración todo el día. Por un lado, él administraba lo relacionado con el orfanato; pero por otro, él esperaba en Dios, tenía comunión con Dios y discutía todas las cosas con Él. Si bien recuerdo, cada vez que se reunía con alguien o trataba de resolver alguna dificultad, hablaba con las personas externamente y al mismo tiempo hablaba con Dios en su interior; de manera muy semejante a como lo hacen los hombres de negocios de Shanghái, quienes siempre tienen dos teléfonos, uno en cada mano. Esto me anima mucho, pues no sólo Müller oraba por los asuntos, sino que aun mientras discutía los asuntos con otros, continuaba consultándole a Dios, buscando Su dirección. En su autobiografía él dijo que antes de hacer cualquier cosa, le preguntaba a Dios si le agradaba cierto asunto. Luego le preguntaba si quería que él lo hiciera, pues era posible que Dios quisiera que algo fuera hecho en el universo pero no necesariamente por medio de él. Así que cuando Müller entendía claramente que Dios quería que él lo hiciera, la tercera pregunta que le hacía era cuándo quería que lo hiciera. La cuarta pregunta era dónde debía hacerlo, y la quinta, cómo hacerlo. Müller le presentaba a Dios estos cinco puntos y preguntaba atentamente: “Oh Dios, ¿Es Tu intención hacer esto? Si Tú no deseas hacer esto, entonces yo no tocaré el asunto ni haré nada”. Müller era alguien que le consultaba a Dios todas las cosas, fueran grandes o pequeñas. Ésta era su práctica momento a momento.
Hubo cierto cristiano que tenía un cargo de jefe, quien, mientras hacía negocios con otros, a menudo les decía: “Debo regresar ahora, pues tengo que consultarle a mi Jefe”. Entonces la otra persona le preguntaba: “¿Quién es su Jefe?”. Pero él contestaba con una sonrisa: “Usted tiene un jefe, y yo también tengo el mío. Mi Jefe es alguien que usted aún no conoce”. Lo que él quería decir era que le consultaría prudentemente al Señor porque Él era su Jefe. Un cristiano apropiado es alguien que aprende a vivir diariamente delante del Señor y que practica dejarse guiar por Él. De lo contrario, definitivamente algo andará mal con dicho cristiano, aun cuando los demás lo consideren una persona correcta y apropiada. Cuando vamos a comprar un traje, debemos preguntarle al Señor qué color o estilo debemos escoger. Si pensamos que está bien comprar el traje porque tenemos suficiente dinero en nuestro bolsillo y el traje nos queda bien, eso indicará que tenemos un grave problema. Las personas empezarán a tener dudas con respecto a nosotros. Se preguntarán: “¿Este cristiano está dentro o fuera de Dios, o será que aún no ha entrado en la esfera de la gracia de Dios?”.
Un cristiano apropiado vive y mora con el Señor. El Señor es su Amo, su Complemento y su Compañero. Diariamente vive delante del Señor, anda con el Señor, mora con el Señor y descansa con Él. Así es un cristiano bueno y apropiado. Un cristiano que vive de esta manera siempre será guiado por el Señor y tendrá presente al Señor. Él sabrá lo que el Señor quiere que haga, y dónde y cuándo hacerlo. Tal cristiano será alumbrado, y será fresco, puro y lleno de la presencia del Señor. Muy fácilmente verá los problemas que surgen porque vive delante de Dios. Cada vez que nos encontremos con él, tendremos la sensación de que estamos con Dios. Siempre podremos percibir que Dios está sobre él y en él. ¿Por qué? Porque él es una persona que tiene comunión con Dios y consulta con Dios en todo. Él no ejerce su propio discernimiento natural ni dispone nada propio. Todo lo que hace procede del Señor y es para el Señor. Todo lo hace conforme a la dirección de Dios.
(
Busqueda del cristiano, La, capítulo 8, por Witness Lee)