Busqueda del cristiano, La, por Witness Lee

UN HOMBRE ESPIRITUAL ES ESPONTÁNEO E INGENUO

Discúlpenme por decirles que a muchos cristianos les gusta imitar a otros. En especial, les gusta imitar a los seminaristas en la manera en que caminan mientras sostienen la Biblia en sus manos y luego de unos pasos se detienen para mirar hacia el cielo. Esto es ser pretencioso. No se olviden que cuanto más espiritual una persona sea, más espontánea, ingenua y común será. Cuando usted observa su humildad, no parece ser la de una persona humilde. Cuando uno observa su mansedumbre, no parece ser la de alguien que es manso. No podemos ver mansedumbre en él así como tampoco ninguna rudeza. Él se comporta de una manera muy espontánea e ingenua, sin ninguna hipocresía.

En la Edad Media en Francia, hubo un predicador famoso que era muy elogiado y cuya predicación era muy bien recibida. Una vez visitó un lugar y muchos vinieron para darle la bienvenida, pero él los eludió. En lugar de salir a ellos, él se fue a un parque para estar con un grupo de niños. Encontró allí una tabla de madera e improvisó un balancín; luego puso a dos niños en un extremo, él se hizo en el otro extremo, y empezó a jugar con ellos. Los que habían venido a recibirlo lo estuvieron buscando por todas partes hasta que finalmente lo encontraron montado en un balancín jugando con algunos niños. Muchos de ellos sintieron como si les hubieran echado encima un balde de agua fría. No podían entender cómo podía un hombre espiritual jugar con niños. Por esta razón, algunos empezaron a decir que él no era espiritual; más tarde, en sus propias palabras, él dijo que prefería que lo consideraran una persona no espiritual antes que una persona espiritual.

(Busqueda del cristiano, La, capítulo 7, por Witness Lee)