Estudio-vida de Filipenses, por Witness Lee

IV. NECESITABAN MAS CONOCIMIENTO Y DISCERNIMIENTO

A. En el amor que sobreabunda

Pablo demostró su excelencia como escritor al no mencionar directamente el defecto de los santos filipenses. En lugar de amonestarles diciendo: “Quiero que sepáis que os falta amor”, él les dijo en 1:9: “Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en pleno conocimiento y en todo discernimiento”. Estas palabras implican que ellos no tenían el amor adecuado, que su amor era insuficiente. Así que, Pablo primero admitió que en cierta medida tenían amor, pero luego añadió que dicho amor tenía que abundar más y más.

Es muy significativo el hecho de que Pablo orara para que el amor de ellos abundara “en pleno conocimiento y en todo discernimiento”. Esto quiere decir que, aunque los creyentes filipenses tenían amor, necesitaban que éste abundara y rebosara aun más y más, pero no de una manera insensata, sino en pleno conocimiento; y no en ignorancia, sino en cabal discernimiento. Tal amor les permitiría poner a prueba y aprobar las cosas que se destacan por su excelencia, las cuales incluían el discernimiento de las diferentes maneras de predicar del evangelio referidas en 1:15-18 y de las distintas clases de personas mencionadas en 3:2-3.

El apóstol Pablo no oró para que el amor de los filipenses abundase en el celo o en el afecto que nace de un buen corazón. El amor, como sabemos, tiene que ver más con nuestra parte emotiva. Sin embargo, Pablo oró para que el amor de los creyentes abundase en pleno conocimiento y en todo discernimiento, dos virtudes relacionadas con la mente. Las personas comúnmente dicen que el amor es ciego, y creen que el amor se desvanece si mantenemos una mente sobria, es decir, si conservamos la calma, discernimos con claridad y analizamos los hechos. Piensan que es imposible amar y mantener una mente sobria al mismo tiempo; que un hermano sólo puede amar a su esposa de forma insensata, o volverse frío hacia ella si trata de mantener una mente clara y sobria.

Sin embargo, Pablo oró para que nuestro amor abundase más y más en pleno conocimiento y en todo discernimiento. La palabra griega traducida discernimiento designa una percepción aguda o tacto moral. El discernimiento es la capacidad de percibir las cosas. Pablo no quería que los filipenses amaran de una manera insensata. Antes bien, los exhortaba a amar con una mente llena de conocimiento y de discernimiento, esto es, con una percepción aguda y tacto moral.

En realidad, el conocimiento y el discernimiento que Pablo menciona en 1:9, son Cristo mismo. Cuando lo experimentamos, El llega a ser nuestro conocimiento y discernimiento. Pero debido a que lo experimentamos muy poco, carecemos del conocimiento y discernimiento necesarios para diferenciar las distintas clases de predicación.

B. Discernir las distintas clases de predicación de Cristo y las diferentes clases de personas

Según el contexto presentado en 1:9, Pablo daba a entender que los filipenses requerían conocimiento y discernimiento para distinguir entre la predicación del apóstol y la de los creyentes judaizantes. Hoy en día, también necesitamos discernir las diferentes clases de predicación. Los cristianos predican a Cristo de muchas maneras, y cada una de ellas tiene sus puntos positivos, pues si no los tuviese, nadie les prestaría atención. Sin embargo, aunque dichas predicaciones contengan ciertos aspectos positivos, debemos preguntarnos si tienen como meta la economía de Dios, con miras al mover actual de Dios en la tierra. Pablo sabía que algunos creyentes filipenses habían sido distraídos por la predicación de los judaizantes. Así que, en estos versículos, parecía decirles: “Hermanos filipenses, la predicación de los creyentes judaizantes ha distraído a algunos de vosotros de la economía de Dios. Estoy de acuerdo en que debéis amarlos, pero es necesario que vuestro amor abunde en pleno conocimiento y en todo discernimiento, pero no améis de forma insensata, sino sobriamente, en todo conocimiento y con una percepción aguda”.

El discernimiento es la capacidad de percibir las cosas de una manera sensible. Puede ser que los predicadores más famosos tengan mucho conocimiento y elocuencia, pero si tenemos discernimiento, nos daremos cuenta de que la meta de su predicación es promover su propia obra, y no la economía de Dios. Si deseamos discernir la predicación de otros, debemos experimentar más a Cristo. Sólo la experiencia de Cristo puede hacer que el amor abunde en nosotros en pleno conocimiento y en todo discernimiento. Este amor nos permitirá amar con sensatez.

Sin lugar a dudas, algunos santos filipenses apreciaban la predicación de los creyentes judaizantes. Es por eso que Pablo oraba para que el amor de ellos por estas personas abundara en pleno conocimiento y en todo discernimiento. El motivaba a los filipenses a amar, pero no de una manera insensata y ciega, sino en conocimiento y discernimiento.

C. Poner a prueba las cosas que sobresalen por su excelencia siendo puros y sin tacha

Pablo oraba también para que los filipenses pusieran a prueba “las cosas que difieren” y para fuesen “puros y sin tacha” para el día del Señor. La palabra griega traducida “puros” significa juzgado a la luz del sol, es decir, de autenticidad comprobada; y por ende, puro y sincero. Sin tacha significa sin ofender a otros, es decir, sin causar tropiezo a los demás. Esto quiere decir que al ejercer discernimiento debemos ser puros en cuanto al motivo de nuestro corazón. De lo contrario, ofenderemos a otros. No es fácil discernir de una manera pura y sin tacha, puesto que esto depende de nuestra motivación.

D. Experimentar a Cristo produce el fruto de justicia

En los versículos 9 y 10, Pablo ofreció tres oraciones por los filipenses, a saber, que el amor de ellos abundara en pleno conocimiento y todo discernimiento; que pusieran a prueba y aprobaran las cosas que se destacan por su excelencia; y que fueran puros y sin tacha para el día de Cristo. En el versículo 11, se revela el secreto para obtener estas tres cosas, donde Pablo habla de ser “llenos del fruto de justicia, que es por medio de Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios”. Según la gramática, el versículo 11 modifica las tres cosas por las que Pablo oró. Una vez que fueran llenos del fruto de justicia, los filipenses podrían abundar en amor, discernir todas las cosas poniéndolas a prueba, y ser puros y sin tacha. De esta manera vemos que a fin de obtener estas tres cualidades, es necesario que seamos llenos del fruto de justicia por medio de Jesucristo. Por consiguiente, si queremos que nuestro amor abunde, y si deseamos discernir las cosas que sobresalen, poniéndolas a prueba y aprobándolas, y si buscamos ser puros y sin tacha, debemos ser llenos del fruto de justicia que es por medio de Jesucristo.

En realidad, el versículo 11 tiene que ver con nuestra experiencia de Cristo. Una vez más, vemos que experimentar a Cristo es la clave. La expresión “por medio de Jesucristo” nos permite afirmar que el versículo 11 se refiere a nuestra experiencia de Cristo. De ahí, el hecho de que el fruto de justicia se obtenga por medio de Jesucristo, da a entender que lo obtenemos al experimentar a Cristo. El Cristo a quien disfrutamos y experimentamos produce en nosotros tal fruto de justicia. Esto significa que, cuanto más experimentamos a Cristo, más se produce en nosotros este fruto de justicia, que es el producto viviente de una vida apropiada y justa delante de Dios y de los hombres. Tal vida no puede obtenerse mediante el hombre natural de los creyentes para que ellos se gloríen en sí mismos, sino sólo por medio de Jesucristo, para la gloria y la alabanza de Dios. Por consiguiente, nuestro amor debe abundar de un modo acorde con la economía de Dios. Si experimentamos a Cristo, ciertamente nuestro amor abundará, tendremos la capacidad de discernir todas las cosas poniéndolas a prueba y aprobándolas, y como resultado, seremos puros y sin tacha.

(Estudio-vida de Filipenses, capítulo 2, por Witness Lee)