Manera ordenada por Dios de practicar la economía neotestamentaria, La, por Witness Lee

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UTILIZANDO LAS REUNIONES GRANDES COMO FACHADA PARA ATRAER A LA GENTE

La cristiandad también utiliza las reuniones grandes como fachada para atraer a la gente a la religión del cristianismo. Desde octubre de 1984, comencé a promover las reuniones pequeñas en casa. Algunos de los santos pensaban que estas pequeñas reuniones en casa eran muy pobres en comparación con las reuniones grandes. Asistí a una pequeña reunión en casa en Taipei. Al principio quedé decepcionado. A la hora programada de la reunión sólo había un hombre anciano, una niña pequeña y un maestro joven. Sin embargo, poco a poco, llegaron muchos nuevos. Los santos más fuertes habían salido a traer a estos nuevos a la reunión. Al final de la reunión yo estaba muy animado con el funcionar. No obstante, a algunos les gusta tener la fachada de las reuniones grandes para atraer a la gente. El cristianismo de hoy atrae a la gente con una congregación formal y religiosa. Cuando el Señor Jesús estuvo en la tierra, El tuvo una reunión en la casa de Zaqueo (Lc. 19:5) y en la casa de María (Jn. 12:1-3). También ministró a una multitud de cinco mil en el desierto (Mt. 14:14-21). Esta gran asamblea en el desierto estaba llena de realidad espiritual, no como las grandes reuniones en el cristianismo que están llenas de atracción formal sin ninguna realidad espiritual.

La nueva manera de llevar a cabo el mover nuevo del Señor en Taipei ha atraído a miles de personas. Desde agosto de 1986, veinticuatro mil han sido bautizados y la tercer parte de estos continúan reuniéndose en sus casas. Nunca hemos tenido tantas reuniones en casa en nuestra historia de treinta años en Taipei. Cuando sólo teníamos las reuniones grandes, teníamos poco aumento. Los asistentes venían a las reuniones una y otra vez para ver las mismas caras. Cuando había nuevos en las reuniones grandes estábamos felices. Pero muy pocos de ellos permanecieron. Finalmente, muchos de los santos comenzaron a descorazonarse en cuanto a las reuniones y tenían corazón sólo para venir a verse uno al otro. Muchos de nosotros tenemos que confesar que las reuniones en el recobro del Señor han carecido de poder y motivación. Es por esto que en octubre de 1984, le dije a la iglesia en Taipei que debíamos dejar la vieja manera, que es una parte del cristianismo degradado. Tenemos que cuidar de los santos, pero no según la vieja manera del cristianismo. Debemos cuidar de ellos según la nueva manera ayudándolos y animándolos a funcionar en llevar gente al Señor y en enviar reuniones a las casas de la gente. No debemos pedir a los nuevos que vengan a las reuniones de la iglesia, sino que debemos llevar las reuniones de la iglesia a sus casas.

(Manera ordenada por Dios de practicar la economía neotestamentaria, La, capítulo 3, por Witness Lee)