CÓMO PUEDE SER EDIFICADO EL CUERPO DE CRISTO
En Efesios 4:11-16 podemos ver un cuadro bastante claro de cómo puede ser edificado el Cuerpo de Cristo: únicamente puede ser edificado cuando todo el Cuerpo de Cristo causa el crecimiento del Cuerpo. Todo el Cuerpo de Cristo es unido y entrelazado por todas las coyunturas del rico suministro y por la función de cada miembro en su medida. Esto causa el crecimiento del Cuerpo para la edificación de sí mismo en amor.
El Cuerpo se edifica a sí mismo por medio de las personas dotadas, las coyunturas, y por los demás miembros del Cuerpo. Las coyunturas tienen su posición y son poseedoras de las riquezas de Cristo, pero aún necesitan hacer algo. Los demás miembros no requieren tener el rico suministro; únicamente tienen que ejercer su función. Cuando las coyunturas y los miembros ejercen su función, esto hace que todos los miembros del Cuerpo se mantengan vivientes, en movimiento, activos y ejerzan su función. De este modo, los pecadores serán salvos, y los pecadores salvos serán establecidos, nutridos, cuidados y perfeccionados. Finalmente, todos ellos harán exactamente lo mismo que nosotros hicimos. La práctica de la verdad contenida en Efesios 4:11-16 cambiará el panorama completo entre los cristianos. La razón por la cual soy tan insistente es que he visto algo real. Tenemos que cambiar. Necesitamos experimentar un cambio radical. Necesitamos poner en práctica el perfeccionamiento de los santos en nuestra localidad. Después de dos semanas, los santos que perfeccionamos irán a perfeccionar a otros. De este modo, toda la iglesia será despertada.
Si hemos de ser personas que cumplen su función, tenemos que ser avivados cada mañana. Todos los días debemos llevar una vida victoriosa, una vida vencedora. A cada momento debemos vivir en comunión con nuestro querido Señor. De este modo, en cualquier momento, podremos recibir la inspiración de parte de la realidad divina. Si somos esta clase de personas, nuestra visión se hará muy aguda y podremos ver y discernir todas las cosas. Nosotros siempre tendremos un panorama claro. Entonces podremos profetizar, hablar por el Señor, en el momento en que sea necesario. Esta manera de profetizar en nuestras reuniones edifica el Cuerpo de Cristo.
(Don sobresliente para edificar la iglesia, El, capítulo 4, por Witness Lee)